4 soluciones de interiorismo para un efecto inacabado
Nota del editor: Este contenido se publicó originalmente en la edición 10 Despachos Creadores Íconos de la revista Obras, correspondiente a mayo de 2019.
Parece que hace años nadie le ha puesto atención al mantenimiento de la casa. Las paredes están carcomidas o los ladrillos a la vista, igual que los cables de las lámparas e, incluso, las tuberías. Pero detrás de ese aspecto de ruina hay una estrategia de interiorismo que hace que las casas estén cuidadosamente descuidadas.
A medio camino entre el wabi sabi, la línea que busca la belleza de lo imperfecto, y el diseño brutalista con toques industriales, que rescata la arquitectura de bodegas y un aire de abandono, esta tendencia impone el estilo de lo inacabado. Sigue cuatro consejos para sumarte a ésta.
NATURAL
Los elementos originales de la vivienda en su estado natural, así estén rotos o desgajados, son una parte importante de este estilo, cuenta Penélope de la Madrid, directora de Ábaka Interiores. Son tejidos como el lino, o piezas de yute, bambú o madera sin tratar. Entre ellos, el azulejo comparte ese aspecto desgastado y vintage.
REVIVIR EL SUELO
En el Departamento Setagaya, en Tokio, plantas, bocinas, incensarios y hasta la televisión están en el piso de madera. El despacho Naruse Inokuma Architects lo dejó ahí, como si sus huéspedes se acabaran de mudar. "Aunque es un departamento antiguo, al tener vidas nuevas se resalta la belleza de los años", señala el despacho.
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A LA VISTA
Lejos de esconderlos o disimularlos, la tendencia busca destacar las tuberías y los cables como un elemento más de la decoración. En línea con el diseño industrial, la tendencia apuesta por dejar a la vista tuberías viejas y desgastadas y los cables gruesos de una lámpara que pueden atravesar el techo de forma intencional.
MUROS APARENTES
Paredes desgastadas o envejecidas son clave para ensalzar la identidad del lugar, explica De la Madrid. Por eso, cicatrices, a desteñidos e, incluso, humedades son parte de su estética. Daniela Bringas, que diseñó un loft en una bodega industrial, considera que esto "genera una textura que lo hace más acogedor y es lo que le da la su esencia".
