La pandemia de coronavirus cambió la manera de vivir y relacionarse de todas las personas en el mundo. El aislamiento social y los cuidados higiénicos se hicieron imprescindibles para evitar contagios de COVID-19. Estas modificaciones en la cotidianeidad se trasladaron de las actividades de las personas a los lugares que habitan, transformando el interiorismo y la arquitectura.
Con esta idea, en Tokio, Japón, el hotel First Cabin Atagoyama se adaptó a las circunstancias y convirtió sus pequeñas habitaciones en lugares antbacterianos a través de la implementación de revestimientos que ayudan a pedir infecciones por el contacto con las superficies.