El sureste de México está por recibir un impulso económico con la construcción del Tren Maya , sin embargo, se necesitan mecanismos que garanticen que los desarrollos vayan de la mano. Por lo que ONU-Hábitat realiza estudios en Bacalar, Calakmul, Campeche, Mérida y Tulum para identificar cómo integrar el gobierno del proyecto federal en los instrumentos de planeación.
El objetivo es conocer el impacto que tendrá la obra y qué estrategias se pueden implementar para mitigarlo, además de establecer lineamientos de diseño y desarrollo urbano que seguir durante su crecimiento; también se busca crear propuestas de integración de espacio público.
Los estudios se llevan a cabo en colaboración con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para también aportar sostenibilidad en esta zona de país.
El organismo también busca crear coordinación entre el gobierno y la sociedad civil para atender las necesidades de la población y conocer cómo cambia su estilo de vida con el avance del Tren Maya.
“La planificación urbana participativa, así como la correcta implementación de los planes y programas, es una de las mejores herramientas de la administración pública para incentivar cambios estratégicos que mejoren la calidad de vida y bienestar de las personas”, informó ONU-Hábitat.
Los mecanismos de consulta son encuestas, grupos focales y talleres presenciales con los que se hará monitoreo y reparan propuestas para los planes urbanos.