Cabe resaltar que esta no es la primera vez que el ser humano impulsa una reestructuración de espacios educativos ante amenazas externas. La pandemia por viruela, por ejemplo, durante el siglo XVIII, o la gripe española que se presentó durante los últimos meses de la Primera Guerra Mundial, también forzaron a modificar los espacios en los que coincidían millones de niños y jóvenes, y con ello detener el potencial riesgo de contagios.
En México, la reconfiguración de espacios académicos se está centrando en generar aulas y edificios más amplios, con sistemas de ventilación y uso de filtros especiales, así como modificaciones en fachadas y cancelería. Por otra parte, se han adecuado espacios para las inserciones tecnológicas que irrumpieron con fuerza durante el largo periodo en el que los estudiantes estaban en home school o en algún modelo híbrido.
Es decir, por una parte la prioridad es generar espacios seguros, pero por la otra, estamos presenciando una importante evolución tecnológica de los distintos modelos educativos, aplicados en cada plantel e institución.
Me gustaría detenerme en este último punto. La irrupción tecnológica en las escuelas y cómo se modifican los espacios en torno a ello. Considero que en un plazo más corto de lo que esperamos, llegaremos a un escenario en el cual, en gran parte de las instituciones educativas el profesor imparta sus clases en el centro del aula, con los alumnos alrededor de él, con pantallas en cada esquina para que todos puedan tener visibilidad. Los alumnos, a su vez, tendrán a su alcance herramientas tecnológicas para generar “aulas inteligentes”, que les permitan adquirir de forma más fácil el conocimiento.
Pues bien, este escenario que quizá se veía permear en el largo plazo, ha llegado de manera acelerada en función de lo que sucedió durante la pandemia. Las instituciones y colegios se fueron dando cuenta que el uso de distintas tecnologías ya no es sólo una alternativa, sino parte de la nueva realidad. Esta reconfiguración de espacios genera que el sector educativo sea quizá uno de los sectores de mayor evolución.
Agrego dos cambios que considero fundamentales en este tema. Por una parte, las nuevas tendencias en cuanto al tipo de materiales y de mobiliario en aulas y centros educativos. Ahora, se está migrando a la especificación y uso de materiales que puedan ser fácilmente limpiados, que evitan que se adhieran virus y bacterias, tanto para acabados en pisos como en muros.