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Nearshoring, el punto de quiebre para la industria mueblera en México

Es fundamental que las compañías del sector desarrollen capacidades técnicas y de diseño para ofrecer productos innovadores y atractivos.
mar 21 mayo 2024 06:05 AM
Nearshoring, el punto de quiebre para la industria mueblera en México
La era de la relocalización de las empresas exige eficiencia, rapidez y flexibilidad, aspectos que sólo pueden alcanzarse a través de la implementación de tecnología de punta en todos los procesos de la compañía, asegura Boyardo Salmón.

Sólida y con una larga tradición, la industria mueblera mexicana se encuentra hoy en un punto de inflexión gracias al nearshoring, un fenómeno con el potencial para impactar positivamente al sector y plantear nuevos desafíos alineados con el mercado global.

Con la llegada de grandes empresas extranjeras al país, la demanda de mobiliario para oficinas, áreas administrativas de parques industriales y espacios de trabajo crecerá exponencialmente, lo que abre las puertas a nuevas posibilidades; sin embargo, para capitalizarlas, el sector mueblero nacional deberá superar una serie de retos.

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Eficiencia, rapidez y flexibilidad

Uno de los principales requisitos para competir en este nuevo escenario es la digitalización. La era de la relocalización de las empresas exige eficiencia, rapidez y flexibilidad, aspectos que sólo pueden alcanzarse a través de la implementación de tecnología de punta en todos los procesos de la compañía. Desde la fabricación, atención al cliente, logística y hasta en el producto final. Hablamos de manufactura 4.0, Inteligencia Artificial (IA) y machine learning, para una industria que durante muchas décadas ha operado de forma tradicional.

También es fundamental que las compañías del sector desarrollen capacidades técnicas y de diseño para ofrecer productos innovadores y atractivos. La diferenciación en el mercado es una particularidad sin la cual no es posible competir con los proveedores internacionales, o consolidarse como una opción para las empresas que llegan al país y que buscan que la esencia de su corporativo esté presente en sus nuevas sedes.

Otro desafío está en el cumplimiento de estándares de calidad internacionales. Las empresas extranjeras, especialmente aquellas que cuentan con criterios ESG o que son B Corp, requieren de condiciones específicas en sus oficinas. Ante esto, un sector rezagado, poco digitalizado, con procesos muy tradicionales, que emplee materiales poco amigables con el medio ambiente o que no cuente con los estándares de calidad que demandan estas grandes compañías, difícilmente podrá lograr un acercamiento prometedor.

Entre retos y oportunidades

A pesar de las oportunidades que presenta el nearshoring, la industria enfrenta obstáculos importantes. Muchas empresas del sector son familiares, con escala limitada y falta de gobierno corporativo, lo que dificulta su capacidad para adaptarse rápidamente a estas nuevas demandas, sin mencionar que los empresarios deben saber negociar con estas grandes compañías y aquí la primera barrera se llama: dominio del inglés.

La competencia con la cadena de proveeduría internacional puede ser titánica, ya que, por lo general, las compañías extranjeras prefieren trabajar con sus proveedores de confianza, a pesar de que se encuentren establecidos en otros continentes, cuyos costos, además, son más altos; lo cual es comprensible porque esa decisión implica un menor riesgo. Para ganarse la confianza de estas corporaciones, los fabricantes mexicanos deben demostrar no sólo su capacidad para ofrecer productos de calidad a precios competitivos, sino también su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y la responsabilidad social.

Con la voluntad y el compromiso adecuados es posible consolidarse como un actor clave en el mercado global y contribuir al crecimiento económico y desarrollo del país. Nos encontramos en un punto de quiebre, donde el éxito de las muebleras depende de su resiliencia y potencial transformador.

Los muebles mexicanos han sido sinónimo de calidad por muchos años, pero ahora el reto se llama calidad, eficiencia e innovación. El sector puede lograr esta triada si se prepara y camina en conjunto para transformar este reto en una oportunidad compartida.

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Nota del editor: Boyardo Salmón es Presidente de Gebesa. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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Opinión desarrollo inmobiliario nearshoring

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