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El regreso de los muebles mexicanos

La llegada de empresas que importan muebles desde China a costos más bajos que los locales ha hecho que las marcas mexicanas deban replantear su estrategia de difusión y comercialización.
mié 27 marzo 2024 07:34 AM
¿Por qué dejaron de ser populares los muebles mexicanos?
Los muebles que se diseñan y fabrican en México es alta, lo que puede servir como un factor de diferenciación contra los productos importados desde China.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición de octubre de 2023 de Expansión Inmobiliario.

El diseño de muebles en México tiene una historia tan sólida como la trayectoria de las figuras que la han diseñado en las últimas décadas. Grandes nombres de la arquitectura en el país como Luis Barragán —el único mexicano que ha ganado el premio Pritzker—, Teodoro González de León, Pedro Ramírez Vázquez y Ricardo Legorreta no solo deslumbraron por sus edificios, sino por los muebles que crearon.

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Pero no sólo estos nombres eran los que le daban el sello de garantía a las piezas. La industria en el país era reconocida por su durabilidad y calidad.

Durante las décadas de 1970 y 1980 las compañías mexicanas dedicadas a la fabricación y venta de estas piezas eran reconocidas por el público en general y las preferidas para ocupar los espacios de los mexicanos, relata Alejandra Sánchez, presidenta de la Asociación de Arquitectos e Interioristas de México (AAI).

Sin embargo, desde hace unos años, la entrada de competidores, principalmente con productos traídos desde China, ha afectado a las marcas y a los diseñadores mexicanos. “Venimos de unos 10 años aproximadamente desde que se vino este boom de empresas, americanas, chinas y de otros países, que se pusieron en línea para ofrecer sus muebles de una manera más ágil y a todo el mundo”, explica la arquitecta.

Aunque la entrada en el mercado de este tipo de compañías que importan muebles ha facilitado su acceso, ha provocado que la producción nacional pierda relevancia. “No es que ya no se use, pero se ha hecho a un lado”, dice Sánchez.

Esto se debe a varios factores. El primero es que las marcas extranjeras llegaron acompañadas de fuertes campañas de marketing hechas por empresas mexicanas, lo que les permitió tener un acercamiento con el público del país.

Por ejemplo, IKEA, una compañía sueca con presencia en México desde 2020, anunció a principios de agosto pasado que la agencia Montalvo sería su nueva colaboradora creativa y estratégica, con el objetivo de impulsar hacia el "top of mind" de los consumidores mexicanos y expandir su huella en los hogares del país.

Otro es el factor de costos, de acuerdo con Sánchez, pues dice que los clientes buscan las opciones más económicas. “Hay mucha más competitividad en precios, en stock, etcétera”, señala.

“Como arquitectos y diseñadores de interiores sí nos gusta mucho todo lo que tiene que ver con las raíces del diseño mexicano, sabemos que hay cosas muy bien hechas, pero a veces los propios proyectos o los clientes prefieren pagar cuestiones más económicas”, dice la presidenta de la AAI. “Te dicen ‘me gusta más éste, está más barato y me llega más rápido”.

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Muebles que duren generaciones

Sánchez destaca que la calidad de los muebles que se diseñan y fabrican en México es alta, lo que puede servir como un factor de diferenciación contra los productos importados desde China.

“Sí se hace y se ha hecho muy buen mueble en México, eso hay que recalcarlo. Eso es nuestro poderío frente a los muebles chinos. Eso hay que ponerlo en la mesa”, dice Sánchez.

En esto coincide Sebastián Ángeles, diseñador industrial y fundador de la marca Dórica, quien señala que se debe apostar por la sustentabilidad, no solamente en el uso de materiales, sino en garantizar que estos tengan una vida útil larga.

Para lograr esto es necesario que los objetos puedan tener un valor para los usuarios, ya que eso implica que tengan un mayor cuidado de las piezas y, por lo tanto, puedan durar más tiempo en los hogares. "Cuando los usuarios empiezan a atesorar los productos es en ese momento van pasando de generación en generación”, afirma.

Además de Dórica, una línea más enfocada al usuario común, Ángeles tiene proyectos como Frecuency, una silla y una mesa hecha con bronce vaciado, que es un objeto-arte. En esta obra, el diseñador explora el uso de las vibraciones del metal en procesos curativos. También privilegia el uso de materiales naturales en sus piezas, como madera, piedras —mármol y granito, por ejemplo— y tejidos naturales.

La presidenta de la AAI destaca que el uso de la madera y el metal, sobre todo en terminados como oro viejo o cobre, no solo son una tendencia dentro del diseño de interiores, sino que son apreciados por su durabilidad.

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Más exposición

Sánchez explica que gran parte de lo que hizo que el diseño mexicano tuviera mucho éxito en la segunda mitad del siglo XX no fue solo la calidad de sus productos, sino las campañas de promoción y publicidad que las acompañaban.

“En los años 50, 60 y 70 las empresas de mobiliario eran fuertísimas. Aquí se hacía mobiliario corporativo y de casa de estas mueblerías”, recuerda la arquitecta. “Invertían una buena cantidad en anuncios de radio y televisión, hasta con jingles y canciones. Se daba a conocer el sello que uno siempre identificaba”.

La arquitecta considera que las marcas de muebles en México, como lo han hecho marcas extranjeras, deberían aumentar sus gastos en posicionamiento de marca, aunque esto implique una inversión extra. “Sé que muchas de estas empresas son pymes, que dicen, si gasto dinero para hacer branding, prefiero pagarlo para mis empleados o en algún tipo de investigación”, asegura.

“Esto también es un trabajo de las cámaras y asociaciones que ayudan a los muebleros, incentivarlos a que pierdan el miedo y puedan obtener herramientas, a través de ellos o con el contacto con terceros para que le den difusión, ya que la calidad existe”.

Sánchez afirma que muchas de las marcas y diseñadores mexicanos que están haciendo un trabajo interesante en este rubro, sólo son conocidos por sus pares o por los arquitectos.

“Solamente nosotros que estamos en el medio, o si te pones a buscar, o acudes a alguna feria nacional importante, pero el común denominador es que los clientes no los conozcan”, dice.

Para la arquitecta, algunos diseñadores y marcas que vale la pena seguir por su propuesta como Héctor Esrawe, Pirwi, MOB, Ariel Rojo, HUMO y Médula, solo por citar algunos ejemplos. “Hay 200 marcas nacionales con una calidad excelente”, asegura.

Además, recomienda acercarse a eventos que suelen dar cabida a este tipo de propuestas, desde la Expo Internacional del Mueble de Guadalajara, hasta las ferias de arte, como Zona MACO y el Salón Acme, que también tienen un espacio dedicado al diseño de interiores.

Otra iniciativa a la que recomienda seguir es la Design Week México, especialmente con la Design House —una casa diseñada por algún arquitecto e interiores de renombre— y Dealers de diseño —que alberga una amplia selección de mobiliario, acabados, iluminación, accesorios y arte— permiten la difusión de marcas de diseño mexicano emergentes.

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