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Entre casas fantasma y ofertas únicas, así los retos del sector inmobiliario

El mercado inmobiliario está plagado de riesgos y trampas que pueden convertir la ilusión en una pesadilla. Y entre todas las estafas, hay una que destaca por su crueldad: las casas fantasma.
vie 18 abril 2025 07:01 AM
Entre casas fantasma y ofertas únicas, así los retos del sector inmobiliario
Las plataformas online han facilitado la proliferación de fraudes al permitir que cualquiera publique una propiedad en venta o renta sin verificaciones serias. Detrás de la pantalla, muchas veces se esconde un estafador que solo busca dinero fácil y rápido, señala Fátima Herrera.

Comprar una casa es, o al menos debería ser, una de las decisiones más emocionantes y felices de nuestras vidas. ¿Quién no ha soñado con encontrar el lugar perfecto para vivir? Excelente ubicación, tamaño adecuado y un precio accesible. Parece un sueño posible, pero la realidad es otra.

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El mercado inmobiliario está plagado de riesgos y trampas que pueden convertir la ilusión en una pesadilla. Y entre todas las estafas, hay una que destaca por su crueldad: las casas fantasma. Esas propiedades que no existen, pero que son anunciadas como si lo fueran, se han convertido en una plaga para compradores desprevenidos.

Un engaño cruel y descarado

¿Cómo ocurre? Con cinismo absoluto, los estafadores explotan la confianza y el entusiasmo de quienes buscan un hogar. Publican anuncios con fotos impecables y descripciones tan convincentes que incluso un experto podría dudar. Todo parece real hasta que llega el momento de hacer un depósito, y entonces el fraude se consuma. Es un engaño que juega con las emociones y el esfuerzo de las personas.

Y no, no es un problema menor. Las plataformas online han facilitado la proliferación de estos fraudes al permitir que cualquiera publique una propiedad en venta o renta sin verificaciones serias. Detrás de la pantalla, muchas veces se esconde un estafador que solo busca dinero fácil y rápido.

Desenmascarar la mentira

Pero, aunque el panorama parece sombrío, evitar estas trampas es posible. La primera regla es desconfiar de las ofertas que parecen demasiado buenas para ser verdad. Antes de entusiasmarse, hay que verificar que la propiedad existe, que el vendedor tiene derecho sobre ella y que está debidamente registrada. Parece obvio, pero muchos caen por la prisa o la ingenuidad.

También es fundamental ser extremadamente cuidadoso con los métodos de pago. Si alguien exige transferencias inmediatas o anticipos sin mostrar pruebas contundentes, es casi seguro que algo anda mal. La seguridad nunca debe negociarse. Lo mejor es recurrir a notarios, agentes inmobiliarios certificados o cualquier profesional que pueda garantizar que la transacción es legal.

Las plataformas de compraventa también tienen una gran responsabilidad. Es inaceptable que permitan que estafadores operen con tanta facilidad. Deberían implementar filtros más estrictos y verificaciones rigurosas antes de publicar anuncios. No se trata de burocracia, sino de proteger a los compradores y dar mayor credibilidad al mercado.

El espejismo de las oportunidades únicas

Otra trampa común es la del “precio especial por tiempo limitado”. Una táctica psicológica que empuja a la gente a tomar decisiones apresuradas, sin verificar lo esencial. Pero la verdad es que las ofertas únicas casi nunca lo son. Si un precio es demasiado bajo para la ubicación o las condiciones de la propiedad, debería sonar una alarma de inmediato. El entusiasmo es comprensible, pero la precaución es indispensable.

En este mercado, la prisa es la peor consejera. Comprar una casa requiere tiempo, análisis y certezas. Cualquier presión para acelerar el proceso debe considerarse sospechosa.

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Hacia un mercado más seguro

Las estafas inmobiliarias son un problema real y creciente. No podemos seguir ignorándolo ni normalizándolo. Se necesita un cambio urgente, tanto en la regulación del sector como en la mentalidad de los compradores.

Es hora de asumir un rol más crítico y responsable. Cada comprador debe ser más consciente, estar más informado y más atento a las señales de alerta. Y las autoridades y plataformas deben hacer su parte para evitar que los fraudes sigan ocurriendo con total impunidad.

Al final del día, comprar una casa no es solo una inversión financiera; es la construcción de un hogar, un sueño de estabilidad y futuro. Por eso, garantizar un proceso transparente y seguro no solo protege a los compradores, sino que fortalece el mercado inmobiliario y devuelve la confianza en un sector que debería inspirar ilusión, no temor.

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Nota del editor: Fátima Herrera es Product Manager de Klibu. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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