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No hay edificios exitosos en un planeta colapsado

En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, toca preguntarnos si lo que estamos construyendo hoy será parte de la solución... o del problema.
jue 05 junio 2025 06:07 AM
No hay edificios exitosos en un planeta colapsado
No basta con levantar estructuras eficientes o estéticas; el verdadero reto es gestionar, planear y construir con conciencia ambiental desde el día uno, apunta Arturo Bañuelos.

El Día Mundial del Medio Ambiente no es una fecha simbólica más, es una alarma para recordarnos que la manera en que construimos nuestras ciudades está íntimamente ligada al destino del planeta. Y en ningún sector es más evidente que en el inmobiliario, donde cada metro cuadrado levantado puede ser parte de la solución o parte del colapso.

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Edificios que consumen más recursos de los que devuelven, ciudades que absorben más calor del que disipan y proyectos que siguen replicando modelos del siglo pasado ya no son viables. Literalmente, no hay edificios exitosos en un planeta colapsado.

Hoy más que nunca, quienes colaboramos en el desarrollo inmobiliario tenemos una responsabilidad irrenunciable con el entorno. No basta con levantar estructuras eficientes o estéticas; el verdadero reto es gestionar, planear y construir con conciencia ambiental desde el día uno. Desde la selección de la ubicación, cada decisión técnica, cada especificación de materiales, cada proceso constructivo debe estar alineado con una premisa clara: reducir emisiones, preservar recursos y regenerar lo que ya se ha dañado.

Quienes coordinamos desde el terreno tenemos la capacidad de influir sobre el rumbo ambiental de cada proyecto, por ejemplo: incorporar materiales de baja huella de carbono, priorizar proveedores responsables, automatizar sistemas para eficiencia energética, promover el reúso del agua y la renovación de espacios en lugar de demoler, y si se tiene que demoler, recuperar arriba del 75% de los materiales para reusarlos o reciclaje, son pasos concretos que hacen la diferencia, en otras palabras, desde el diseño hasta la operación, cada etapa de un proyecto tiene que sumar al objetivo global.

No es exagerado decir que muchas de las decisiones que definirán el desempeño ambiental de un inmueble por décadas se toman en las primeras etapas del proyecto.

Hay que dejar atrás la idea de que la sustentabilidad es una característica añadida, más bien es el núcleo mismo de lo que hacemos. Como solemos decir en el equipo, la sustentabilidad no es un área dentro de un proyecto, es la narrativa completa del proyecto. Y esa narrativa se fortalece cuando todos los actores —clientes, arquitectos, contratistas, autoridades y comunidades— caminan en la misma dirección.

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Es importante entender que la solución vendrá de acciones medibles, la reconversión de edificios existentes para hacerlos más eficientes, por ejemplo, tiene un potencial enorme para reducir la huella ambiental de nuestras ciudades. Impulsar prácticas de sustentabilidad y aplicarlas de manera adecuada, no es un costo, es una inversión que protege el valor de los activos y de nuestro entorno. Porque si algo está claro, es que no se puede hablar de rentabilidad si no hay resiliencia ambiental.

Construir hoy es una declaración de futuro que exige más que buenos acabados: necesita visión, compromiso y una responsabilidad ambiental que no se negocia. En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, toca preguntarnos si lo que estamos construyendo hoy será parte de la solución... o del problema.

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Nota del editor: Arturo Bañuelos es Director de Proyectos y Desarrollos de JLL México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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