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A la mexicana

Incubada en el 'Poli', la empresa POLEC Industrias desarrolló un polímero que ayuda a bajar los costos de construcción.
dom 21 diciembre 2014 11:17 AM
POLEC 1 - (Foto: Cortes�a POLEC Industrias)

Mateo Linaza, ingeniero y dueño de Los Olivos, una hacienda pulquera del siglo XVII de Zempoala, Hidalgo, necesitaba restaurar la construcción para poner en marcha un proyecto ecoturístico que fue abierto al público en febrero. Para ello, buscaba algún material que uniera los adobes nuevos con los antiguos. “Lo hicimos con un polímero. Las piezas rotas o desgastadas pueden triturarse y polimerizar con este material, y así reutilizar los originales”, explica.

El proveedor fue Polímeros Ecológicos para la Construcción (POLEC Indus-
trias), una empresa mexicana creada en 2012 tras un periodo de cinco años de in-
cubación en el Instituto Politécnico Nacional. La compañía produce y comercializa un polímero base agua que, al mezclarse con la tierra del sitio, provoca que adquiera nuevas propiedades. 

También se utilizó para la restauración del acueducto del Padre Tembleque, actualmente en proceso de evaluación por parte de la UNESCO para ser declarado Patrimonio de la Humanidad, donde se hizo un 'camino ecológico' a lo largo de sus 40 km lineales con piedra de la zona y mampos-tería del siglo XVII, mezclados con el polímero y sellados con laja. 

Su bajo costo, alta eficiencia, resistencia a la carga y la posibilidad de ser utilizado con casi cualquier tipo de suelo hace que sea atractivo para la industria de la construcción, asegura Bernardo Camacho Chavarria, presidente de Nano Labs Corp, empresa recientemente asociada con POLEC en un joint venture que llevó a cabo la cimentación y el emplazamiento de una tienda de autoservicio y restaurante en Manzanillo, Colima.

Cortesía POLEC Industrias

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El directivo comenta que con la sustitución de los áridos convencionales (piedra triturada) por el polímero POLEC Tecnosoil mezclado con la arena de la playa local, se superó la capacidad de carga del suelo para la construcción de las bases estructurales, las carreteras, el estacionamiento y la planta de aguas residuales, lo que permitió ahorrar 40% del costo de la construcción. 

Jorge Rodríguez, desarrollador del producto y fundador de POLEC Industrias, afirma que puede utilizarse en la fabricación de tabiques de cualquier formato, sin necesidad de horno, así como en la elaboración de morteros, bacheo y pavimentación. 

Al no requerir varilla, cemento, ni cal, ayuda a bajar costos. También disminuye la huella de carbono de la obra, pues no requiere transportar material foráneo al utilizar tierra local. Rodríguez agrega que tiene propiedades térmicas, acústicas y sísmicas.

Cortesía POLEC Industrias

La empresa está en proceso de adecuar el producto a las condiciones de Estados Unidos para atacar el mercado de la autoconstrucción en ese país. Por ahora se está enfocando en caminos y accesos que, al sustituir el asfalto con el polímero mezclado con grava, mejoren las superficies de desplante, a la vez que se ahorra en colocación y mano de obra. 

Rodríguez señala que en México se des-
tina especialmente a la autoconstrucción rural, debido a que los insumos pueden
fabricarse en sitio, sin necesidad de técnicos expertos.

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