La regadera que divide una gota en 1,000 para ahorrar agua
El crecimiento de la población mundial, la urbanización y el aumento del consumo han generado una demanda de agua dulce cada vez mayor en medio de un escenario de cambio climático, por lo que un reporte de la ONU prevé que bajo esas condiciones en 2030 habrá un déficit mundial de 40% de agua. En ese contexto un ingeniero mexicano desarrolló una regadera capaz de ahorrar hasta 70% durante una ducha.
Nebia es un desarrollo sustentable de Carlos Gómez Andonaegui, egresado del Tec de Monterrey, que utiliza un sistema de inyección parecido al de los motores de automóviles (fuel injection), el cual permite que cada gota de agua utilizada en una ducha se divida en 1,000 mini partículas y permita el uso de menor cantidad de líquido.
El término Nebia proviene del italiano que significa niebla, efecto producido por la caída de agua durante el baño. A pesar de que este sistema utiliza menos cantidad de líquido, ese elemento no interviene en la calidad del baño.
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De acuerdo con datos de la página oficial de la solución, una persona gasta en promedio cerca de 80 litros de agua (20 galones) en una ducha de ocho minutos, con el uso de la regadera Nebia, la cantidad se reduce a casi 23 litros (seis galones) en el mismo tiempo.
VIDEO. YouTube.com/Nebia.
Para su instalación no se requiere una tubería especial o infraestructura específica y su costo es de 299 dólares (5,621 pesos con un tipo de cambio de 18.80 pesos por dólar).
Según el Informe de las Naciones Unidas sobre los Recursos Hídricos en el Mundo 2015, el año pasado 54% de la población mundial (3,900 millones de personas) habitaba ciudades, se estima que en 2050 la cifra aumente a 66%, lo que provocará una mayor demanda de agua potable.
Pese a que Nebia es una start-up de ingeniería mexicana, las mejoras y el lanzamiento del producto fueron realizados en Silicon Valley, California, semillero de emprendedores digitales y tecnológicos en Estados Unidos.
La empresa que produce Nebia es dirigida por Carlos Gómez, Gabriel Parisi-Amon y Philip Winter, quienes recibieron apoyos financieros de presidentes de grandes firmas tecnológicas como: Tim Cook, de Apple; Eric Schmidt, de Alphabet (antes Google), entre otros.
El desarrollo ya se utiliza en las instalaciones corporativas de Apple, Alphabet, la cadena de gimnasios estadounidenses Equinox Gyms y en los vestidores de la Universidad de Standford, California.