Un dispositivo pirotécnico para programar derrumbes controlados
Nota del editor: Esta columna se publicó originalmente en la edición 529 de la revista Obras , 'Construcción global: 100% neutra', correspondiente a enero de 2017.
(CIUDAD DE MÉXICO) – Era cuestión de tiempo para que en la carretera federal México-Acapulco, aproximadamente 30 kilómetros antes de Chilpancingo, ocurriera un deslave.
Grupo Omega, constructora responsable del tramo, monitoreaba la situación para evitar que fuertes lluvias obstruyeran la afluencia vehicular en esta vía que, de acuerdo con datos oficiales, registra hasta tres millones de cruces en temporadas vacacionales. Fue así como decidió inducir y programar un derrumbe controlado.
Empleó Pyroblast, un dispositivo pirotécnico de fragmentación de roca que ayuda a controlar el trabajo en áreas sensibles como vialidades, autopistas o infraestructura urbana.
"El dispositivo que inventamos tiene una velocidad de detonación de 350 metros por segundo, muy inferior al vuelo de partículas que causaría una explosión (4,500 m/s)", explica Alejandro Mantecón, director de Pyrosmart, empresa zacatecana que fabrica el producto y que cuenta con una patente desde 2010.
Al usarlo en este caso se redujo el alcance de la onda expansiva para evitar daños viales en ambos lados de la carretera.
"El deslave cayó en el sitio previsto", asegura Mantecón al agregar que Pyroblast resultó de una fórmula amigable con el ambiente, debido a la ausencia de nitrato de amonio, contenido normalmente en los explosivos.
Esta cualidad permite hacer más eficiente la actividad de compañías mineras y proteger a los trabajadores que realizan detonaciones en zonas geológicas inestables. También se utiliza para abrir caminos, fosas, albercas o hacer nivelaciones de terrenos.
Amable. Pyroblast carece del nitrato de amonio que tienen los explosivos. FOTO: Cortesía Pyrosmart
Con él se demolió, por ejemplo, el edificio de la Federación de Estudiantes de Guadalajara, en pleno centro de la ciudad tapatía, y se crearon estacionamientos en el centro histórico de Zacatecas.
En zonas urbanas sustituye al martillo hidráulico, que produce un ruido de 120 decibeles. "Un claxon de auto genera 100 y nuestro producto 80. Podemos realizar la detonación sin que la gente lo note. El rendimiento es de 800%", agrega el ingeniero industrial.
Pyroblast ha sido el pilar del desarrollo de la compañía de Mantecón, fundada hace siete años. La solución la usan diariamente cerca de 200 clientes, desde empresas del sector de la minería, como Frisco, Peñoles y Peñasquito, hasta constructores como Grupo Carso e ICA, Trieste en Brasil y Pyroctuna en Panamá.