La iniciativa que busca rediseñar el espacio público con basura
¡Imprime tu ciudad!... en 3D y con deshechos de plástico. Ésa es la iniciativa que un despacho de diseño lanzó en Ámsterdam, a través de la cual ya crearon el banco XXX, una pieza de mobiliario urbano destinada a los habitantes de esa ciudad.
La firma de investigación y diseño The New Raw, liderada por dos jóvenes arquitectos -Foteini Setaki and Panos Sakkas- creó este proyecto como un llamado a los ciudadanos a reciclar desechos plásticos domésticos para transformarlos en materia prima para la fabricación de muebles públicos, a través de un proceso de impresión 3D.
Pero no solo invita a las personas a participar en la recolección de residuos, sino también en el proceso de diseño de cada mueble con el objetivo de que se ajuste a la medida de las necesidades de sus vecindarios.
Fotos: Cortesía
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El proyecto de investigación arrancó en 2016 en conjunto con el despacho en soluciones 3D Aectual y como parte del Programa Circular City del Instituto de Soluciones Metropolitanas Avanzadas de Ámsterdam, de acuerdo con un comunicado.
La banca XXX pesa 50 kilos, mide 150 centímetros de longitud y 80 centímetros de ancho. Es 100% reciclabe y fue fabricada a partir de la impresión en 3D y utilizando pellets de plástico obtenidos del procesamiento de desperdicios de la ciudad.
El mueble se produjo en colaboración con Aectual en una impresora 3D de extrusión de pellets de gran escala. Tiene capacidad para dos a cuatro personas y adopta la forma de una mecedora de doble cara, en la que los usuarios tienen que encontrar el equilibrio juntos o usar su energía para balancearse unos a otros.
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Este diseño tiene la intención de ser una declaración sobre la importancia del trabajo en equipo para cerrar el ciclo del plástico.
A partir de XXX, el proyecto se centra en el desarrollo de una gama más amplia de mobiliario urbano y aplicaciones espaciales públicas como paradas de autobús, contenedores de reciclaje, parques infantiles y todo lo que una comunidad urbana puede necesitar.
"El estilo de vida desechable de las ciudades contemporáneas ha aumentado exponencialmente la producción de desechos de plástico. Solo en Amsterdam, los residentes generan un promedio de 23 kilogramos de residuos de plástico por persona, anualmente", lo cual es suficiente para imprimir un banco por cada dos habitantes de esa ciudad cada año.
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