Manos a la prevención de accidentes
Nota del editor: La versión completa de este artículo la puedes consultar en la edición 538 de la revista Obras , ' Monumentos a la impunidad', correspondiente a octubre de 2017.
La tarde del 11 de abril de 2017, el número 481 de la avenida Toluca, en el sur de la Ciudad de México, fue protagonista de un incidente fatal: el derrumbe de un estacionamiento en construcción, que cobró la vida de siete personas e hirió a otras nueve.
El accidente es la ‘punta del iceberg’ de un problema mayor. De los 394,202 accidentes laborales registrados en 2016, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), los trabajadores de la construcción se llevan la peor parte, ya que 34,244 tuvieron algún incidente. Además, es la industria donde fallecen más empleados: 192 en el último año. Le sigue el transporte terrestre, con 135 decesos.
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Sin embargo, el sector muestra avances en sus índices de siniestralidad y fatalidad. Datos del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción (Ceesco), de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), indican que en 2008 hubo 47,686 incidentes, lo que se traduce en una disminución de 28%.
“La peligrosidad en el sector es alta. Sin embargo, es innegable que en el transcurso de los años se ha generado una cultura de prevención. Los patrones ya entienden que hay alternativas legales para cuidar a sus trabajadores”, menciona Carlos de la Fuente, socio de Impuesto y People Advisory Services de la consultora EY.
La prevención no es opcional
El patrón de la obra tiene obligaciones. La más importante, indica Luis Ruiz, socio de la firma internacional de abogados Hogan Lovells, consiste en inscribir la edificación ante el IMSS —los primeros cinco días hábiles desde la fecha de inicio— y presentar la afiliación de los trabajadores.
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“Realizar este trámite protege al patrón. La Ley del IMSS establece que, en caso de un accidente, los contratistas quedan liberados de cualquier responsabilidad económica referente a indemnización, atención médica, incapacidad o fallecimiento”, explica.
Asimismo, tienen el deber de capacitar al personal. Es imprescindible educar al sector, asegura Perla Cristerna, directora del Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción (ICIC), de la CMIC, entidad en la que se ofrecen 25 cursos de actualización.
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“Impartimos cursos en tres niveles: directivos, mandos medios y operadores, que van desde condiciones de seguridad, primeros auxilios y operación de maquinaria, hasta protección de personal y liderazgo”, expone la directiva.
En 25 años se ha comprobado la reducción en 25% de accidentes de trabajo en las empresas con las que colaboran, asegura. Y según cifras del IMSS, su Programa de Seguridad e Higiene en el Trabajo —en el que se capacita a 37,000 empleados—, previno 3,000 incidentes laborales en el último año, lo que se traduce en una disminución de 23%.
