El Museo de la Luz se mudará al sur de Universum
La luz vista desde todas sus facetas podrá ser estudiada en un recinto donde las ciencias y las artes estarán integradas, según la propuesta artística y científica de la nueva sede del Museo de la Luz, cuya construcción se espera comience este año en Ciudad Universitaria, en la Ciudad de México.
Así lo dio a conocer la directora del museo, Ana María Cetto, quien comentó a Notimex que el Museo de la Luz estará ubicado en la Zona Cultural de Ciudad Universitaria, al sur del Universum, Museo de las Ciencias. El proyecto estará a cargo del despacho Nuño, McGregor y DeBuen Arquitectos S.C.
La idea, expuso, es que este año se coloque la primera piedra, pues la anterior administración ya dejó un presupuesto inicial para sus trabajos.
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De acuerdo con la titular del Museo de la Luz, el recinto se muda por tercera ocasión, pues los anteriores espacios que lo acogieron resultaron insuficientes para un museo en donde la luz nos compete a todos y será la protagonista.
"El museo, de hecho, estaba diseñado para el edificio de San Pedro y San Pablo, pero como se convirtió en el Museo de las Constituciones tuvimos que buscar otro espacio y el que estaba disponible en ese momento, era el de San Ildefonso, que es un recinto bonito, con un patio hermoso pero insuficiente para un museo como el de la luz.
"Y no sólo eso, este recinto no fue diseñado para un museo de esta naturaleza, no cumple con las normas y habría que hacerle cambios, entre ellos, restaurarlo", dijo la también física mexicana.
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Recordó que el anterior rector de la UNAM, José Narro, tomó la decisión de que se pensara en la construcción de un nuevo edificio, "así que tenemos un proyecto arquitectónico que hizo un despacho conocido de arquitectos y trabajamos de cerca con ellos para la definición de las necesidades y características que debía tener el edificio.
"Se vino el cambio de rector y ahora confiamos el que el doctor Enrique Luis Graue Wiechers retome el proyecto, pues sabemos que está en la cartera de proyectos que se le entregó, y mientras tanto el Museo de la Luz y su proyecto de renovación ha cobrado mucha presencia, incluso, internacional, gracias a las actividades del Año Internacional de la Luz", refirió.
Para la también investigadora del Instituto de Física y profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, la luz es un tema que nos compete a todos.
"Todos tenemos algo que ver con ella, inclusive los invidentes, para todo es importante, para la misma vida en la Tierra, como fuente energética, llámese luz solar, y hay muchas actividades hoy de importancia y que aportan al desarrollo económico de varios países y tienen que ver con actividades fotónicas.
"Siendo proyecto de la UNAM y de la Dirección de Ciencias, hay que remarcar que la luz es un vehículo adecuado y apropiado para comunicar temas de ciencia", expuso.
El proyecto arquitectónico
De acuerdo con el proyecto arquitectónico, para la nueva sede se consideran 10,000 metros cuadrados de área construida, con 75% de áreas abiertas al público, distribuido en seis salas de exposición permanente, una sala de exhibiciones temporales, un auditorio, un centro de documentación, un salón de usos múltiples, un laboratorio experimental de ciencia y arte, y un área a cielo abierto con jardín verde y equipos solares.
De igual manera, se contempla un edificio compuesto por dos cuerpos ligados entre sí por un pórtico pergolado que funciona como transición espacial y lumínica entre el exterior y el interior y define el acceso principal.
Un cuerpo lateral, de forma triangular y tratado como un elemento de fondo que contiene los diversos servicios académicos del museo y el cuerpo principal, de forma circular y de mayores dimensiones, aloja las áreas de exposición y atención al visitante.
Su posición preponderante en el vértice del terreno, su forma continua y el tratamiento de su fachada permitirán observar los "matices creados por las horas del día y la maravilla de las estaciones" como hubiera dicho Louis Kahn.
En el interior del museo, los espacios estarán definidos por la luz natural generando distintas calidades en función de los objetivos museográficos, pasando desde la penumbra hasta el asoleamiento total.