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Toyo Ito hizo 'cantar' a la Ópera Metropolitana de Taichung

Con este proyecto, el arquitecto japonés Toyo Ito alcanzó la fluidez volumétrica absoluta que persiguió durante toda su carrera.
mar 15 agosto 2017 09:33 AM
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ópera_portada - (Foto: Cortesía National Taichung Theater)

Nota del editor: Esta nota se publicó originalmente en la  edición 535  de la revista Obras, ' Las empresas de la construcción + grandes de México ', correspondiente a julio-octubre de 2017.

(CIUDAD DE MÉXICO) – El Teatro Nacional de Taichung culmina la búsqueda de Toyo Ito por alcanzar la fluidez volumétrica absoluta, un camino que el Pritzker 2013 emprendió pronto en su carrera.

Detrás de su apariencia orgánica, este edificio es un laboratorio donde arquitectos e ingenieros lograron prescindir de cualquier tipo de soporte. Idearon una estructura —jamás realizada— formada por 58 tubos irregulares denominados catenoides, que dispuestos en forma de rejilla dan como resultado una superficie curva ininterrumpida. Las complejidades y retos de este proyecto fueron muchos, tanto que provocaron que la construcción se alargara siete años.

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El teatro, situado en la ciudad taiwanesa de Taichung, forma parte de un triángulo cultural en el país asiático integrado por el Centro Nacional Kaohsiung y el Teatro Auditorio Nacional. Cada recinto se ubica, respectivamente, en el centro, sur y norte del país.

Su edificación responde a una apuesta de las autoridades por fomentar las actividades culturales y musicales en Taiwán. Por ello, el edificio de Ito incluye un programa que va más allá de la representación escénica.

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Caverna original. El sonido y la luz natural invaden cada uno de los espacios de la estructura. FOTO: Cortesía National Taichung Theater

"Por su escala, la competencia arquitectónica del edificio ha sido la más importante del país en los últimos años, ya que atrajo a 32 despachos internacionales, como el de Zaha Hadid o Shuhei Endo", detalla Ariane Hsieh, vocera del recinto.

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Además, el teatro se ha convertido en un imán cultural y un pilar en la promoción del programa artístico de la nación. Entre septiembre de 2016 y mayo de 2017, más de 1.5 millones de personas lo han visitado.

Una ópera en sí misma

El edificio ocupa 36,000 m2. Se divide en seis plantas. Incorpora una sala principal para 2,014 personas, una segunda para 800 y una tercera para 200. Hay espacio para salas de ensayo, comercios, restaurantes, un teatro exterior y un jardín en la planta superior. "Nuestro objetivo era coordinar y conectar los diferentes programas que alberga el edificio", explica el arquitecto Yasuaki Mizunuma, miembro de Toyo Ito & Associates.

Estéticamente, el interior adopta un aspecto de caverna gracias a su irregular topografía, donde el sonido y la luz natural transitan con libertad para convertirse en intérpretes del espacio. Es un edificio concebido a partir del interior, pensado para ofrecer una experiencia única al usuario.

"A diferencia del diseño convencional, que divide las estancias colocando paredes, aquí manipulamos los elementos tridimensionales para crear espacios inesperados que forjan nuevas relaciones", dice Mizunuma.

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La música es la protagonista. Las tres salas principales están en la segunda planta, donde se interpretan óperas, musicales, teatro y danza. La mayor sigue un estilo europeo en la disposición de los asientos en filas ascendentes y cuenta con un escenario en forma de arco de proscenio, que se ajusta al programa artístico y al número de asistentes.

En la segunda sala predomina el color azul y el diseño del suelo rompe con la división entre el escenario y la audiencia, convirtiendo esta estancia en flexible, íntima y adecuada para puestas en escena modernas.

Aforo cultural. La sala principal del recinto tiene capacidad para 2,014 personas. FOTO: Cortesía National Taichung Theater

La tercera se sitúa en el sótano de la segunda planta y conecta, a través de una puerta móvil, con un teatro de 1,000 m2 que se encuentra en el exterior con la intención de romper con la tipología clásica que separa el exterior del interior. La puesta en escena es más experimental que en las dos anteriores, con dos paredes curvas y dos rectas pintadas de negro.

La distribución y su carácter diáfano dista de las salas tradicionales de conciertos, que suelen estar completamente aisladas de cualquier interferencia acústica. Mizunuma explica que para lograr los equilibrios necesarios entre la absorción y reverberación del sonido fueron necesarias muchas pruebas en colaboración con el equipo de asesores acústicos Nagata Acoustics.

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"La estructura del edificio cuenta con paneles que reflejan el sonido, por lo que las pruebas acústicas se realizaron al mismo tiempo que el análisis estructural, ajustando la forma interior de las paredes de concreto y la posición de los paneles", revela el arquitecto.

Nagata Acoustics intervino desde la fase inicial, donde compararon cómo se refleja el sonido direccionalmente y cuál es el tiempo de demora en diferentes zonas de esta estructura. A partir de ahí analizaron los datos obtenidos con simuladores digitales. "El sonido, cuanto más tarda en transitar más rico es, generando un matiz idóneo para conciertos", indica Mizunuma.

Otros espacios que forman parte de la sección dedicada a la música son dos salones —uno en la planta baja y el otro en el primer piso—, dos vestíbulos y cuatro salas de ensayo. Y en la sexta y última planta se ubica un jardín, donde se realizan proyecciones y conciertos.

Evocación. Los tubos irregulares y la superificie curva ininterrumpida son los símbolos principales de esta obra. FOTO: Cortesía National Taichung Theater

Completan el programa del edificio la galería de arte Tutu, en el piso 5, una biblioteca en la primera planta y una zona comercial y de restauración. En el exterior, en una plaza peatonal de 1,700 m2, hay una fuente ovalada que deja correr ríos de agua simbolizando el preludio de la fluidez que espera en su interior.

La teoría y práctica de la fluidez

Con este edificio, Ito logró concluir lo que no pudo comenzar en el Centro Musical de Gante, en Bélgica, pues no ganó el concurso celebrado en 2003. En ese proyecto, el arquitecto japonés invitaba a reimaginar la función de los espacios interiores como un solo cuerpo permeable y horizontal, contenido dentro de una caja de vidrio que adoptaba una tipología que dista de la rigidez y el blindaje clásico de las salas de ópera.

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Este proyecto, que jamás vio la luz, se materializa en Taichung y representa la culminación de la idea de fluidez que Ito ha perseguido, cuestionando la vigencia de las cuadrículas uniformes y geométricas que pusieron de moda los arquitectos modernistas y que para el japonés resultan obsoletas por ser monótonas.

Su visión de la arquitectura se alinea con la naturaleza, con el fluir de los ríos, la tonalidad cambiante de luces o el sonido del viento. También con el desarrollo del ser humano y su cohabitación en las ciudades. Existe un motivo principal que explica el porqué esta idea no había podido ser realizada hasta ahora, y es que la imaginación del arquitecto va por delante de la tecnología que, ahora sí, permite hacer sus conceptos realidad.

Fabricación digital. Las máquinas CNC son elementos imprescindibles para los diseños de este calibre. FOTO: Cortesía National Taichung Theater

"Actualmente, las herramientas de las que disponemos permiten crear modelos geométricos y análisis estructurales complejos", comparte Christian Dercks, gerente de proyectos de Arup.

Además de la tecnología, había que idear un sistema que permitiera generar la fluidez. "Diseñamos dos rejillas emergentes que se superponen entre ellas, cada una ligeramente desplazada, para identificar y manipular los 423 puntos principales que controlan esta variante. Con estos puntos definimos una matriz tridimensional que se transformó en una figura plana y definió la posición de los catenoides. Después los modificamos y convertimos en elementos planos, que co- nectamos y son los que definen la superficie curva", describe Mizunuma.

Un nuevo sistema estructural

"Nunca se había ejecutado una estructura con este nivel de complejidad geométrica y materializado en un caparazón compuesto por una única capa doble de concreto. Invertimos mucho en investigación y procesos para desarrollar una herramienta de optimización muy refinada", comparte Dercks.

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Los equipos de diseño y construcción trabajaron juntos durante una década —desde que se celebró el concurso en 2006— para desarrollar un nuevo sistema de construcción que lograra poner en pie esta estructura de concreto de forma libre.

Al equipo le tomó más de un año encontrar a un contratista que aceptara el reto. El primer desafío consistió en crear el soporte a partir de dos celosías en 2D, cada una con una curvatura diferente. Se abrieron y separaron 20 centímetros y se unieron a la matriz tridimensional.

FOTO: Cortesía Toyo Ito

El ensamblaje fue colocado después entre capas de mallas de acero, que reemplazan el habitual encofrado de concreto. Pasado un tiempo, se quitaron las mallas para minimizar el número de irregularidades en la superficie. Entre las dos celosías colocaron 40 centímetros de arcilla que sostiene verticalmente el edificio, además de proveer el deseado efecto orgánico en el interior.

Esta técnica se basa en un método japonés. "El concreto se vertió in situ, sin emplear encofrados", afirma Dercks. El uso de maquetas fue muy importante. Emplearon cuatro construidas a escalas diferentes para dar respuesta a retos como el método de construcción, tiempos, costos, refuerzo y conexión de la estructura.

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El proceso de gestionar los requisitos específicos para cada parte del programa —la estructura, acústica y elementos mecánicos y eléctricos— no hubiera sido posible sin el uso de modelos que permitieron determinar, con detalle y a través de un algoritmo, la optimización del grueso que precisaba el muro y el tamaño de las barras que conectan los catenoides, que fueron dobladas a mano una a una por los operarios.

Proyectado para 2009 y después para 2013, el proyecto se alargó debido a una mezcla de factores, entre ellos, el reto de ejecutar un edificio que es único en el mundo. Según la prensa local, se realizaron hasta cinco concursos para encontrar a un contratista capaz de ejecutar este diseño, lo cual representó demoras.

Al final, Lee Ming asumió el reto, avalada por su experiencia en técnicas constructivas. "Algunas voces afirman que fue un milagro que el teatro abriera sus puertas", concluye el arquitecto.

Arquitecto Toyo Ito. FOTO: Cortesía Toyo Ito

Arquitecto Toyo Ito

  • Toyo Ito es uno de los arquitectos japoneses más destacados de su generación.
  • Tras trabajar con Kiyonori Kikutake, abrió su propio estudio en 1971 al que llamó Urbot (Robot Urbano).
  • Por su despacho han pasado y se han formado arquitectos como Kazuyo Sejima o Ryue Nishizawa (SANAA).
  • Sus diseños buscan ofrecer soluciones y puntos de vista sobre la relación del ser humano con el espacio.
  • En 2013 recibió el premio Pritzker de arquitectura.
  • Entre sus obras más destacadas se encuentran la vivienda White U (Tokio, 1976), la Mediateca de Sendai (2001) y el Museo Internacional del Barroco en Puebla (2016).

Ficha técnica

  • Nombre de la obra: Teatro Nacional de Taichung
  • Arquitectos: Toyo Ito & Associates
  • Cliente: Gobierno de la ciudad de Taichung
  • Constructor: Lee Ming Construction Co. LTD
  • Ingenieros estructurales: Arup
  • Acústica: Nagata Acoustics
  • Área total: 57,020.46 m2
  • Costo: 136 mdd
  • Apertura: septiembre de 2016
  • Fuente: Toyo Ito & Associates.

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