Una de las recomendaciones emitidas por los gobiernos afectados por el coronavirus (Covid-19) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el aislamiento social. Si las personas permanecen dentro de sus casas el número de infectados será menor, por lo que la empresa Yingchuang Construction Technology creó, con impresoras 3D, cápsulas de aislamiento.
Las idearon para quienes han estado en contacto con alguien contagiado y necesita ponerse en cuarentena. Están elaboradas con residuos sólidos industriales y de demolición que son sometidos a procesos de separación, y que da como resultado un concreto más resistente al hormigón armado.