Pero en 2011 el inmueble fue dañado por el extremista Andrés Behrinh Breivok, por lo que su estructura quedó debilitada y el gobierno tomó la decisión de tirar todo el edificio. Ante las presiones que intentaban impedirlo, cambiaron el proyecto y decidieron preservar el edificio central y demoler el conocido como Bloque Y.
Por lo que la población e instituciones de todo el mundo, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), han intentado también suspender el derribo de esta parte del edificio.
Sin embargo, activistas argumentan que el edificio, estilo modernista, también debe ser rescatado; “Muchos creen que solo merece ser conservado Picasso, pero también es la arquitectura y la interacción entre el Bloque Y' y el Bloque H, la historia que representan", señaló Erick Lie, una de las personas que salió a manifestarse este viernes 15 de mayo.
“Son monumentos que ilustran la reconstrucción de Noruega después dela guerra y todo lo que yo asocio al desarrollo de lasociedad moderna”, agregó.
En contraparte, el gobierno ha argumentado que demoler el Bloque Y es indispensable, ya que mejorará la seguridad y accesibilidad para los ciclistas u peatones, además de que sería un espacio más abierto y verde, además de tener oficinas más adaptadas para futuros ministros.