La transformación de la arquitectura a través del trabajo de Agustín Landa
Con casi 20 años de experiencia y un árbol genealógico de arquitectos prominentes, Agustín Landa ha visto la transformación de la arquitectura a través de sus procesos de trabajo.
“Cada quién es lo que quiere ser”, es la frase que Agustín Landa Ruiloba escuchó decir a su padre, Agustín Landa Vertiz, y que ha aplicado a su vida para ayudarse a convertirse en uno de los arquitectos más consolidados de México.
El arquitecto, ganador de premios como el Premio de Versalles y 10 Despachos Creadores de Íconos de Obras, a través de sus casi dos décadas de experiencia ha visto la transformación de la sociedad y de la arquitectura moviendo también su trabajo. El seguir esta evolución es la que lo ha mantenido vigente junto a sus despachos Landa+Martínez y Landa+Suberville, considera.
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“Creo que todos los cambios son positivos, porque el ser humano es evolutivo, y la arquitectura igual, aunque tomando referencias históricas, vamos evolucionando”, explica el arquitecto.
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La transformación
El avance de las herramientas tecnológicas han facilitado el trabajo también de la arquitectura y no sólo en su implementación en los proyectos.
En el caso del arquitecto, que ha trabajado con obras que van desde Pabellón M en Nuevo León, hasta el Fiesta Inn en Mérida, ha contribuido a poder estar más cercano a sus construcciones, a pesar de la distancia.
“Antes era algo muy cansado, proyectos muy largos y pesados. Ahora podemos supervisar o tener juntas a distancia y nos permite hacer más cosas”, apunta en entrevista.
El tener más proyectos en puerta y adquirir mayor experiencia, ha traído a clientes de mayor alcance y con más exigencia, lo que ha representado un reto, que ha sido bien enfrentado por el trabajo de Agustín Landa.
“Antes un cliente era una empresa, una oficina muy normal. Ahora trabajamos con fondos internacionales en donde la exigencia es mayor. Piden más expertis, un organigrama, te piden tu CV…”, dice el arquitecto.
Estas nuevas demandas han traído beneficios, ya que cada vez mejoran más su ejecución, tienen menos equivocaciones y hace que los proyectos asignados sean más grandes y atractivos.
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Para Agustín Landa y sus despachos, la clave también ha estado en proponer, antes de esperar a que se los soliciten. Entregar un poco más de lo que pide el cliente, explica el arquitecto.
Los aprendizajes lo ha llevado a entender que el “dos cabezas piensan mejor que nunca” sigue vigente, sobre todo cuando sus despachos buscan desarrollar proyectos de todas las ramas “nosotros vivimos en una economía donde queremos abarcar mucho”, por lo que en su carrera actualmente se enfoca en colaboraciones, ya sea con otros despachos o con ex alumnos.