Abrir los espacios, una estrategia para preservar y revalorizar la arquitectura
Espacios modernos pueden ser revitalizados con acercamiento al público en general, a través de iniciativas como la creación de casas-museo, centros culturales o eventos arquitectónicos.
La apertura de espacios y su acercamiento desde el punto de vista de arquitectura permite revalorizarlos. En la foto, Conjunto Satélite y Pedre.(Fuente: Open House CDMX)
Abriredificios históricos y contemporáneos al público se ha convertido en una estrategia para preservar el patrimonio arquitectónico y fomentar su reconocimiento en la vida cotidiana de las ciudades.
Al permitir que las personas visiten inmuebles que usualmente solo observan desde el exterior, se genera un vínculo que impulsa su valoración y conservación. Obras modernas como la Casa de Cristal de Phillip Johnson o incluso las de Luis Barragán en México permanecen vigentes y valoradas por su acercamiento al público.
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En la Ciudad de México, iniciativas recientes apuestan por esta dinámica para acercar a los ciudadanos a su patrimonio construido, pero en mayor volúmen.
Fábrica de Hielo, CDMX.(Foto: Open House CDMX.)
De acuerdo con Mariela Martínez, organizadora de Open House Ciudad de México, evento que abrirá más de 50 inmuebles el 3 y 4 de mayo, el objetivo de este tipo de iniciativas es mostrar a la gente el patrimonio arquitectónico de la capital, “a partir de la curiosidad y las ganas de encontrar nuevas maneras para cuidar y proteger este patrimonio”.
La selección de espacios responde a la intención de descentralizar las visitas arquitectónicas y motivar el desplazamiento hacia zonas menos exploradas. Según la organización, los inmuebles seleccionados abarcan los cuatro puntos cardinales de la ciudad, con el objetivo de “descubrir nuevos espacios y nuevos arquitectos”.
Vrtical en el CUPA.(Foto: Open House CDMX.)
La interacción entre visitante y espacio no solo se limita al recorrido visual. Algunos inmuebles contemporáneos ofrecen visitas guiadas por los propios arquitectos responsables de su diseño, quienes explican los motivos detrás de las decisiones constructivas y los retos enfrentados.
En el caso de los edificios históricos, se busca sensibilizar sobre la necesidad de su protección mediante la experiencia directa.
El Open House, que tiene origen en Reino Unido, atrajo en 2023 a 1.2 millones de personas que visitaron 6,250 edificios y actividades del evento en todo el mundo, lo que la calificó como la celebración del paisaje urbano más grande a nivel global.
Casa Siza, CDMX.(Foto: Open House CDMX.)
Abrir puertas para crear vínculos
La importancia de abrir los espacios arquitectónicos va más allá del acceso físico. Según la vocera de Open House Ciudad de México, permitir que la ciudadanía conozca los lugares donde vive o trabaja, pero que pocas veces puede recorrer a fondo, fomenta una conexión emocional.
Este principio también guía la gestión de casas emblemáticas como la Casa Farnsworth de Mies van der Rohe y la Casa de Cristal de Philip Johnson.
Las casas emblemáticas buscan crear nuevas audiencias de manera constante.(Foto: Premio Pritzker.)
Aunque estas edificaciones cuentan con un reconocimiento internacional, sus administradores reconocen que la valoración social requiere esfuerzos constantes de difusión, actividades presenciales y estrategias de apropiación comunitaria.
Uno de los primeros pasos es fortalecer el vínculo con la comunidad inmediata. “La labor de acercar a los vecinos inmediatos al inmueble, comunicar su importancia y hacerlos partícipes del proyecto fomenta el sentimiento de apropiación”, dijo Scott Mehaffey, director de la Casa Farnsworth, en el Foro Internacional: Casas Emblemáticas del Siglo XX en México y en el Mundo en 2024.
Casa Wabi, CDMX.(Foto: Open House CDMX.)
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En México también se aplican esas estrategias. En la Casa Estudio Luis Barragán se dan recorridos gratuitos a los residentes de la alcaldía y se realizan actividades inspiradas en el arquitecto. El éxito de la estrategia va más allá del aprecio por el espacio.
Casa Max Cetto en CDMX.(Foto: Open House CDMX.)
Las fachadas de las calles circundantes fueron pintadas de forma con la paleta de colores utilizada en el inmueble, contó en una entrevista realizada en 2023 Guillermo Eguiart, director del espacio.
Para mantener el interés en los inmuebles abiertos al público, las estrategias de gestión incorporan actividades que permiten resignificar su uso. Algunas casas emblemáticas han organizado desde exposiciones y dramatizaciones hasta cursos en línea y eventos de divulgación para ampliar su público.
Estas actividades también buscan distinguir entre el carácter museográfico de una casa histórica y el de un sitio patrimonial de turismo cultural.
En este último caso, el objetivo es que el espacio permanezca vivo y que las personas regresen más de una vez, alentadas por experiencias distintas en cada visita.
Kurimanzutto, CDMX.(Foto: Open House CDMX.)
La Cuadra, también de Luis Barragán, pasará de ser un espacio de recorridos privados a uno cultural y público, como iniciativa de la Fundación Fernando Romero. En el lugar habrá exposiciones permanentes, galería para muestras temporales y residencias artísticas.
El espacio fue adquirido en 2017 por la Fundación Fernando Romero para su preservación.(Foto: Fundación Fernando Romero.)
La difusión juega un papel central en la preservación de estos espacios. Las estrategias abarcan desde recorridos en distintas plataformas digitales hasta la creación de contenido en redes sociales orientado a nuevos públicos.
El control del turismo también se contempla dentro de las acciones de conservación. En el caso de la Casa de Cristal de Philip Johnson, los visitantes son transportados en grupos reducidos desde estaciones de tren cercanas para evitar el incremento del tráfico y proteger el entorno.
Una demanda constante por conocer
La apertura de espacios arquitectónicos no solo atiende a una estrategia de preservación, sino también a una demanda social.
De acuerdo con los organizadores de Open House Ciudad de México, aunque pasaron cinco años desde su última activación, no hubo una sola semana en la que no recibieran mensajes preguntando por su regreso. “Este es un proyecto que generó gente que nos mantiene en la pista y que tiene ciertas expectativas de lo que estamos haciendo”.
Citlatépetl, CDMX.(Foto: Open House CDMX.)
Actualmente, el rango de edad de los interesados en participar oscila entre los 21 y 42 años, con un predominio de arquitectos, diseñadores y estudiantes de arquitectura. No obstante, también se registra un interés creciente por parte de personas curiosas por la historia urbana.