La vivienda del futuro deja de ser solo una construcción y se convierte en un refugio personalizado, estimulante y enfocado en el bienestar.(Foto: Reversible Destiny)
La vivienda del futuro ya está en planos. Los elementos que tendrá y las funciones que englobarán las casas en unos años están cada vez más claros para los arquitectos y diseñadores.
En el Estudio de Tendencias de Diseño y Arquitectura 2025–2026, la empresa Cosentino recogió el testimonio de más de 200 diseñadores del mundo para poder trazar los elementos que tendrán estas casas.
Así, los arquitectos y diseñadores coinciden en las viviendas del futuro se combinarán la sostenibilidad, adaptabilidad y una atención profunda al bienestar emocional de sus habitantes, empujados por los cambios en el estilo de vida, el avance tecnológico y la necesidad de entornos más saludables.
Publicidad
El hogar integrará sistemas inteligentes, utilizará materiales regenerativos y contará con espacios capaces de transformarse a lo largo del día, de acuerdo con las actividades o estados de ánimo de quienes los habitan.
En conjunto, los expertos consultados, quienes basan sus predicciones en los proyectos que realizan, delinean un modelo habitacional centrado en la eficiencia energética, el confort emocional y la flexibilidad funcional.
Sostenibilidad, tecnología y bienestar emocional
El 40% de los profesionales encuestados coincide en que las viviendas del futuro deberán ser sostenibles y autosuficientes.
La visión contempla el uso de materiales regenerativos, sistemas para generar su propia energía, como las cúpulas o paneles solares, y una eficiencia energética que permita incluso producir más de la que se consume.
BedZED es una comunidad en Londres cuyas viviendas no generan carbono. Entre las medidas que toma se encuentra la generación de su propia energía, sistemas de ahorro de agua y estación depuradora de aguas negras.(Foto: ZEDfactory.)
Diseño sensorial y conexión emocional
El 30% de los encuestados anticipa una integración más profunda al Internet de las Cosas (IoT) y sistemas automatizados, lo que permitirá gestionar funciones como iluminación, climatización y seguridad de manera personalizada. “La inteligencia artificial anticipará rutinas y emociones”, dice el estudio.
La automatización y el uso de tecnología en las labores diarias son una de las visiones sobre el futuro. Por ejemplo, LivingTomorrow es una organización que creó una vivienda demo con innovaciones de IoT integradas.(Foto: LivingTomorrow)
Publicidad
En paralelo, se priorizará la funcionalidad. 20% de los encuestados señaló que la vivienda del futuro debe ser flexible y transformable.
En Europa, esta tendencia se traduce en espacios que cambian su uso según la hora del día o la actividad.
Además, las casas se diseñarán para promover la salud emocional. En el estudio, 10% de los encuestados considera que la vivienda deberá funcionar como refugio, un espacio capaz de ajustarse a los estados de ánimo de sus ocupantes.
Casa en el Jardín, en Londres, tenía todo en contra. Un terreno pequeño, un perímetro de edificios altos y orientación al norte, por lo que estaba destinada a ser un espacio sombrío. Pero el despacho diseñador puso como prioridad el bienestar de los habitantes, por lo que creó un diseño que con materiales cálidos se da comodidad y además se brinda iluminación natural, vistas al exterior y una temperatura perfecta.(Foto: Gianni Botsford Architects)
Esto incluye características como las “habitaciones de estado de ánimo”, con luz y temperatura modulables, pensadas en crear ambientes que favorezcan la relajación y la creatividad.
“El hogar debe ser un santuario que ofrezca equilibrio emocional a través de un diseño intencional”, dice el estudio Cosentino.
Además, el enfoque sensorial será parte esencial del diseño residencial. De acuerdo con 40% de los diseñadores, prioriza una aproximación multisensorial que integre texturas, colores, aromas y sonidos para generar experiencias inmersivas.
Las texturas, colores y flexibilidad serán combinaciones para que las viviendas se conviertan también en un estímulo como en los Lofts Reversible Destiny en Japón.(Foto: Reversible Destiny Foundation.)
Publicidad
En América Latina, por ejemplo, se busca evocar emociones cálidas mediante materiales y combinaciones cromáticas que transmitan cercanía y autenticidad. “Un espacio bien diseñado debe sentirse, no solo verse”, dice el estudio.
Casa Wabi de Tadao Ando en Oaxaca es usada como centro cultural, pero reúne los preceptos de utilizar los materiales para crear atmósferas de calma.(Foto: Casawabi.com)
Nuevas formas de habitar
Los diseñadores identifican un cambio profundo en las formas de vida. El 65% ha trabajado en proyectos como viviendas modulares, espacios multifuncionales, co-living y casas sostenibles.
Los co-living surgen como una estrategia para dar acceso a viviendas dignas de manera más económica y de crear comunidades y redes de cuidado, como La Borda, uno de los proyectos de Lacol, especializado en la tipología.(Foto: Lacol)
En la actualidad, en Latinoamérica predominan los desarrollos asequibles y ecológicos. En Norteamérica se diseñan espacios adaptados al trabajo remoto. En Europa, el co-living aparece como respuesta a la soledad urbana.
Este giro hacia viviendas más adaptables también responde a una lógica económica y urbana. En Asia-Pacífico, la funcionalidad gana peso por la necesidad de optimizar el espacio en contextos densamente poblados.
Las prioridades al diseñar una casa
En cuanto al presupuesto destinado a cada zona de la casa, las cocinas y baños concentran la mayor inversión.
Para los diseñadores, ambos espacios dejaron de ser utilitarios. “La cocina ya no es solo un lugar para cocinar; es un espacio de reunión social que merece una inversión significativa”, dijo un arquitecto español citado en el estudio.
A su vez, un interiorista japonés añadió que los baños se convirtieron en zonas de bienestar, con una demanda creciente por experiencias tipo spa.
Las cocinas y los baños toman papeles protagónicos en el diseño por ser espacios de cuidado, como en el caso de Casa Bunker, de Nha Dan Architects.(Foto: Nha Dan Architects)
Una evolución inevitable
El diseño ya no responde solo a parámetros estéticos o técnicos, sino que se convierte en una herramienta para mejorar la calidad de vida.
En este nuevo paradigma, la vivienda deja de ser un espacio rígido para convertirse en un entorno vivo, adaptable y consciente del contexto.
Al verse a la vivienda como un espacio que responde a las necesidades de las personas, tiene que ser configurada para atender la individualidad de sus habitantes, como el departamento privado West Kowloon, que adapta el tamaño y la forma de sus habitaciones con muros abatibles.(Foto: Edge Institute.)
Las casas del futuro, según los diseñadores, no solo protegerán del clima y proveerán funcionalidad, también acompañarán a las personas en sus emociones, rutinas y necesidades cambiantes.