La medida exacta
La cuantificación de cantidades de obra es una tarea fundamental en los costos de construcción. Su importancia es directamente proporcional a la certeza del monto. Si la cuantificación tiene 10% de error, el presupuesto tendrá cuando menos 10% de error.
La cuantificación tiene muchas agravantes para alcanzar su certeza: es terriblemente aburrida, tiene un mundo de operaciones, y los subtotales en la suma se omiten o duplican con facilidad. Hay que decir, que en la medida que el trabajo de cuantificación se estandarice, los errores disminuirán.
El primer paso en el trabajo es proponer una unidad de medición y respetarla en todos los cálculos que se hagan sobre el concepto seleccionado. La cuantificación deberá asentarse en registros diseñados ex profeso. A saber existen en la construcción dos registros tradicionales: el de conceptos de trabajo medidos en unidades (m, m2, m3 y toneladas), y el de acero de refuerzo.
Existe una y sólo una cuantificación
Los conceptos de obra se cuantifican conforme a un catálogo. La cuantificación de conceptos de obra permite conocer la cantidad de recursos que se requerirán en el concepto. Se recomienda hacer la medición sobre planos y no sobre la propia obra. Definidos los planos de un proyecto y sus especificaciones sólo existirá una y sólo una cuantificación de conceptos, pero ella generará a través de la planeación, la programación y la tecnología, diferentes cantidades de recursos.
En el caso de que un concepto de obra contenga varias actividades, éstas se cuantificarán de conformidad con sus medidas particulares o se incluirán en el análisis de costos, tomando en cuenta su incidencia en la unidad del concepto de obra.
Cálculo pormenorizado
Al día de hoy, no es común aceptar en los presupuestos la cuantificación por procedimientos digitalizados; generalmente, se pide calcular en forma pormenorizada en sus registros.
Es importante en cada hoja de cuantificación indicar en las cabezas de columna: el plano de referencia, la ubicación del elemento, el nombre del cuantificador y del supervisor, la fecha de cálculo, el número de página y, en las cuentas, los términos aditivos y deductivos.
El cuantificador primeramente asentará en los registros con letra y números claros, sin añadiduras de tildes, corbatas, bases, etcétera, cada dato parcial de operaciones y, al finalizar la hoja, el subtotal. Por lo que se refiere al registro de avances en planos, se sugiere la utilización de colores amarillo, café, azul y negro para indicar el registro, y rojo para las correcciones.
Normas de cuantificación
La aritmética de las hojas de cálculo deberá hacerla el cuantificador en forma personalizada. Se ha visto que, cuando se trabaja en pareja, uno dictando y otro haciendo operaciones, frecuentemente aparecen errores.
Adicionalmente a las especificaciones y a la unidad seleccionada, las partes de un contrato definirán las normas de medición a fin de que la cuantificación del constructor y el cliente sean más fáciles de revisar.
Por ejemplo, la norma 10.04.11 del libro de las NICC, referente al concreto en trabes, señala que el concepto se medirá en m3 del volumen de todas las secciones resultantes de la altura de cada una de ellas, menos el grosor de las losas por sus secciones respectivas; y la norma 10.06.1, relativa a los firmes de concreto, tendrá una unidad de medida de m2, señalando el grosor del firme y la calidad del concreto.
La superficie será medida entre muros. La norma 10.08.4 sobre cerramientos de concreto tendrá como unidad de medida el metro. Habrá que indicar las dimensiones del cerramiento y su acero de refuerzo. Este concepto se mide sin descontar traslapes de castillos.
Por otra parte, en conceptos de trabajos particulares que obedecen a geometría especial, o al cruce de elementos, el cuantificador deberá apoyarse en croquis que dibuje en las hojas de cuantificación sobre la interpretación de ese detalle, a fin de poder calcular sus cantidades de obra en forma precisa.
Consolidado de cuantificaciones
Las hojas de cuantificación deberán quedar registradas en forma permanente y precisa en un consolidado de referencias, para que el cuantificador constituya un documento bien integrado de todas las hojas de cálculo, que puedan ser elemento de consulta en cualquier fase de la revisión de la construcción.
Se recomienda extremar cuidados en los resúmenes de cantidades de obra. En esta fase han aparecido históricamente fallas grandes por no prestar atención a los sumandos. En lo que se refiere al registro de acero de refuerzo en estructuras de concreto, la medición se llevará a cabo en longitudes, para luego multiplicarlas por sus densidades lineales y encontrar su peso.
El éxito de la cuantificación será registrar con colores el avance de sus cuentas, y el registro se hará con escritura sencilla de sus números. Son elementos importantes en el registro: la localización de la varilla, la longitud, sus incrementos, el número de varillas y el número de piezas. El resultado deberá direccionarse correctamente en el casillero de la varilla correspondiente.