Oro Gris: Zambrano, la gesta de Cemex y la globalización en México
De acuerdo con la tipología de Harvard Business School, Lorenzo H. Zambrano Treviño era un líder narcisista: “incansable y despiadado en su búsqueda de la victoria”, cita Rossana Fuentes-Berain, en su publicación Oro Gris; Zambrano, la gesta de Cemex y la Globalización en México (2007).
Nota: Fallece Lorenzo H. Zambrano, director general de Cemex
Zambrano Treviño y su equipo cercano optaron por comprar y crecer. Primero se apertrecharon en su propio territorio, después se prepararon para un desafío en el ámbito internacional.
En el trayecto transformaron una empresa del noreste de México, que valía poco menos de 300 millones de dólares (mdd), en una empresa global de casi 25,000 mdd, relata Fuentes-Berain en su libro publicado en julio de 2007 de la editorial Aguilar.
“La tercera cementera del mundo, tienen actividades en 50 países, con más de 67,000 empleados y sus acciones forman parte de los principales portafolios de inversión desde la Ciudad de México o el estado de California, Estados Unidos, hasta Canberra, en Australia”, narra Fuentes Berain.
Zambrano había tomado la dirección de Cementos Mexicanos cuando ésta dominaba 33% del mercado mexicano; en 1987, con la compra de Anáhuac, subió a 48% y con Tolteca acaparó 67% del mercado cementero en México. La compra tuvo un precio final de 648 mdd, y transformó la compañía en el sexto productor de cemento en el mundo.
La "pistolita" que había comprado Zambrano con la operación de España se transformó en un lanzagranadas. Cemex empezaba a ser vista en todas partes como una compañía reconocida por tener un equipo directivo de “clase mundial”.
En agosto de 1997 la revista especializada Industry Week menciona a Cemex como una de las 100 empresas mejor administradas del mundo- Es la única empresa mexicana que aparece en el cuadro.
Nota: Los simbolismos del progreso: Lorenzo H. Zambrano
"Lorenzo H. Zambrano Treviño es un hombre cuya libido está dirigida a Cemex las 24 horas del día los siete día de las semana”, escribe la periodista en su publicación, haciendo hincapié en la decisión del empresario en permanecer soltero y dedicarse personalmente a la empresa.
Sólo así se entiende cómo alguien pudo hacer, al paso de los años, algo sexy de un material tan terrenal y aburrido como el cemento, e incluso inventar una categoría de administración que lleva su nombre: Cemex Way.
Para Lorenzo H. Zambrano, desde la adolescencia se planteó un primer objetivo: llegar a ser gerente general de Cemex. Se lo dijo directamente a uno de sus tíos después de la muerte, por cáncer, de su padre en mayo de 1959, mientras él estudiaba en una escuela militarizada de Missouri.
“Lorenzo H. Zambrano es el ejemplo típico de lo que se describe Gladwell: un lector ávido y un conservador que escucha, desde luego en asuntos relacionados con el cemento, pero que busca y aprecia tener información de mucho más, de sucesos mundiales, de sus competidores, de tendencias arquitectónicas, de ingeniería automotriz (colecciona autos Ferrari), de arte, de conservación de la biodiversidad, entre otros muchos asuntos”, escribe Berain.
Cemex, ciertamente, cumple con el requisito por vía doble: es una compañía que ha crecido desde un país en desarrollo, y en su directiva cuenta con un liderazgo abierto a explorar nuevos océanos, si no por otra cosa, simplemente porque la empresa es ya una fuerza dominante en el ámbito mundial en lo que Mauborgen llama los océanos rojos, dónde se centra la competencia.
Tanto, que se ha acuñado un término, Cemex Way, para definir el modelo de negocios que rige a sus 67,000 empleados en todo el mundo; un modelo que éstos tienen que conocer y aplicar.
“Que pena tan grande la partida de un gran mexicano Lorenzo Zambrano CEO de Cemex”, lamentó la periodista a través de su cuenta de Twitter tras el fallecimiento del empresario.