En contraste con la tendencia de erigir nuevos centros comerciales en la zona de Cuatro Caminos, inversionistas privados optaron por convertir un área de 3,832 m2 en un museo dedicado a la fotografía.
La propuesta, diseñada por el Taller Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo, pretende reinventar el significado del concepto “museo”, a partir del ‘reciclaje’ de una serie de inmuebles –una fábrica de plásticos, una tienda de muebles y una zona de oficinas– rodeados por un cementerio y una avenida con gran densidad vehicular.
FOTO: Cortesía Taller Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo
La diversidad de lenguajes arquitectónicos y sistemas estructurales de los inmuebles motivó una intervención enfocada en la limpieza y remoción de elementos, que permitiera desnudar los edificios y conectarlos para un nuevo fin.
Para articular los espacios se creó un vestíbulo de triple altura y se añadió una estructura de gran ligereza y acabado aparente, destinada a tiendas y servicios, que se combina con el carácter fabril del conjunto. Además, en la azotea se instaló un pabellón que permite un uso dinámico de la misma y ofrece una vista panorámica al cementerio colindante.
FOTO: Cortesía Taller Mauricio Rocha + Gabriela Carrilo
Con una inversión de 32 millones de pesos (mdp), este recinto ofrece un centro cultural a la frontera entre la Ciudad de México y el Estado de México, que concentra una alta población joven.