En la edificación, los contratos inteligentes tienen varias aplicaciones. Por ejemplo, en el caso de la compra de materiales, “la persona encargada en obra de verificar que la calidad y cantidad sean las indicadas, aprueba o rechaza la entrega en el sistema. Una vez avalados los materiales, el área de Finanzas recibe una notificación para liberar el pago al proveedor”, explica David Pizaña, legaltech manager en Trato.io.
De igual manera, en el sector inmobiliario, las modificaciones al Código Civil Federal, en junio pasado, incluyen los contratos electrónicos en operaciones de arrendamiento. En el caso de contratos de compra-venta y escrituración actualmente tienen mayor uso, asegura el directivo.
Asimismo, pueden ser utilizados en la contratación de personal y vincularse a los sistema de gestión de la compañía o headhunter.
De acuerdo con Pizaña, en este periodo de contingencia global de salud, los servicios ofrecidos por Trato han aumentado más de 50%.
¿En qué consiste?
Un contrato electrónico no es un documento escaneado, aclara el directivo, para su elaboración se utiliza inteligencia artificial y Blockchain, precisa David Pizaña, legaltech manager en Trato.io.
Durante su elaboración todas las modificaciones quedan registradas. Asimismo, cada dato que se agrega se realiza a través de cadenas de bloques. A diferencia de los contratos en papel donde se acostumbra elaborar tres juegos, en el electrónico existe una sola versión, que gracias al nivel de blindaje, al final queda “encapsulado”.