Dos semanas después, durante la inauguración de cuarteles, construidos por las Fuerzas Armadas, en Jerez, Zacatecas, reiteró su posición “ni imaginar que con el sistema de antes de contratación de obras se iba a poder terminar un cuartel en tres, cuatro meses y en 25 millones de pesos. Desgraciadamente, durante el periodo neoliberal se corrompieron también las empresas constructoras, al grado que tenían más abogados que ingenieros, porque eran muy buenos para el litigio, no para la construcción, muy buenos para el influyentismo y desde luego muy buenos para robar”, dijo.
En este 2021, también se sacó a empresas constructoras del Paquete Sur, que consistía en una red carretera de 522 kilómetros que seria administrada por la industria privada. Pero, después de comenzar con las licitaciones, el gobierno federal decidió cancelar el proceso y dejarlo en manos de Caminos y Puentes Federales (Capufe). Aunque esta decisión no compromete la calidad de las obras, ya que el organismo cuenta con la capacidad y experiencia para hacerlo, representa una oportunidad perdida y un mensaje equivocado al sector, dijo Roberto Ballinez, especialista en Infraestructura de HR Ratings, durante una entrevista en febrero.
Ante las declaraciones y decisiones, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que representa a 12,000 empresas del sector, manifestó su inconformidad, “los que representan nuestra cámara nos sentimos ofendidos que se generalice que todas las empresas han robado. No podemos estigmatizar a una industria que tanto ha aportado a nuestro país en el tema de generación de empleo en el tema del pago de impuestos” dijo a Obras y Expansión Eduardo Ramírez Leal, presidente del organismo.
Agregó que reconoce que empresas han cometido errores legales en el pasado y la CMIC apoya que se tomen las acciones legales necesarias en contra de las compañías, pero solicita que no se generalice debido a que la mayor parte del país ha sido construido por esas empresas mexicanas que actualmente han sido desplazadas.
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“Pasar la actividad de la construcción o el presupuesto que tiene la federación para desarrollar infraestructura en nuestro país de todo tipo de carreteras, aeropuertos, bancos, hospitales, a la Sedena. No tenemos ningún problema con la Secretaría, por supuesto que tiene ingenieros y profesionistas que pueden ejercer obras y las han hecho de calidad, pero en la construcción se menciona perfectamente que el recurso público se tiene que ejercer eficiente, eficaz, honrada y transparente por las empresas”, comenta Ramírez Leal.
También solicitó que se incluya a pequeñas y grandes empresas en proyectos de infraestructura a largo plazo, que tengan planeación y que se incluyan demandas del actual gobierno, como pedir el empleo de la población local.