Privatización, el gran reto
En la última actualización del Atlas de estrés hídrico Aqueduct elaborado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) México se ubicó en el lugar 24 de 164 a nivel internacional de los países que enfrentan un estrés hídrico extremadamente alto porque gastan el 80% o más de sus reservas de agua. A nivel Latinoamérica ocupa la segunda posición, después de Chile.
La inversión privada en infraestructura hidráulica y en el suministro del servicio de agua es una de las rutas por las que optaron algunos gobiernos estatales para hacer frente al rezago en esta materia.
Sin embargo, esta situación genera conflictos de carácter social en algunos puntos del país, ya que las compañías dueñas de las concesiones para el aprovechamiento y venta del recurso cargan los costos a la población.
Al respecto, Hugo Roberto Rojas opina que uno de los mayores retos que se debe vencer es la falsa idea de que el agua tiene que ser gratuita per se, no es que los habitantes no deban tener derecho a acceder a ella, sino que el problema es el servicio.
“Cuando una población se niega a pagar por el servicio, se bloquea la posibilidad de que se construya infraestructura y se realice un proceso de potabilización eficiente. El suministro es un derecho, pero quienes invierten son los gobiernos locales y sus finanzas no son estables”, agrega el director general de ANEAS.
En 2013, el Congreso de Puebla aprobó modificar su Ley de Agua para que Concesiones Integrales SA de CV, suministrara el servicio del líquido a la población de 25 municipios, entre ellos la capital del estado.
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A ocho años de que los diputados locales tomaron la determinación de abrirle la puerta a la privatización en el servicio y de que Agua de Puebla -como se le conoce también a Concesiones Integrales-, un sector de los usuarios ha denunciado cobros excesivos, cortes ilegales y la falta de mejoras a la infraestructura hidráulica.
En un caso similar se encuentran cuatro municipios de Quintana Roo, quienes acceden al agua a través de los servicios concesionados a la compañía Aguakan. Los habitantes de Isla Mujeres, Puerto Morelos, Solidaridad y Benito Juárez señalaron a la empresa por elevar los precios, además de la falta de mantenimiento al sistema.
Mediante mecanismos ciudadanos, el próximo 6 de junio, además de votar en las elecciones federales, la población de esas localidades será consultada para decidir si la concesión del líquido continúa a cargo de la empresa privada o si regresa a manos de la autoridad.
Roberto Ballinez, de HR Ratings, destaca la importancia de la colaboración entre el sector público y privado al momento de planear un proyecto de infraestructura hidráulica e, insiste, en que para evitar opacidad en los contratos estos se deben transparentar o ser auditados por un tercero.
“Se pueden generar contratos de mantenimiento a cargo de empresas y eso no tiene nada que ver con la privatización del agua, pero para lograrlo todas las partes deben ser claras y transparentes. Hay mucho que trabajar mucho en esto porque es un tema del que pocas veces se habla”.