La industria de la construcción ha sido una de las más rezagadas en cuanto a la recuperación tras la pandemia. El sector, que ya venía cayendo en el valor de la producción desde 2015, tuvo su peor periodo entre 2020 y 2021, pero 2022 no fue muy distinto.
La industria de la construcción se mantiene rezagada y sin recuperación
Este año se construyeron obras equivalentes a los 23,393 millones de pesos en enero y 25,646 millones en octubre, último mes del que se tiene registro y el más alto de los 10 meses contabilizados. El menor fue abril con 23,110 millones, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional a Empresas Constructoras del Inegi.
En tanto que en 2021, el mes con mejor nivel fue diciembre con 25,514 millones de pesos, y el más bajo junio con 21,829 millones. Un año antes, cuando la industria tuvo que detener sus operaciones por tres meses, el pico en el valor de producción después de marzo, una vez que inició la pandemia, fue en octubre, con 24,451 millones. El peor se registró en mayo con 21,240 millones.
Es decir, la diferencia en las cifras es limitada, a pesar de que las condiciones cambiaron por completo, principalmente en la reactivación de operaciones este 2022.
Uno de los principales obstáculos para el crecimiento fue la inflación en el sector, que alcanzó su pico en junio, llegando a 15.4% mientras que a nivel general, en el país, fue de 7.99%.
“En la construcción, siempre hay un rezago en los fenómenos de cinco a seis meses. Por ejemplo, lo que vimos a finales del año pasado respecto a la inflación, se proyecta en la industria durante el primer semestre de este año”, dijo Ricardo Trejo, director de la constructora Forecastim, dijo a Obras en septiembre de este año. La situación provocó la desincentivación de las inversiones de capital privado.
El siguiente año pinta mejor para el sector. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción calcula que a finales de 2023 se vuelva a los niveles prepandemia, mientras que también se espera una estabilización en el costo de los materiales. Habrá menos interrupciones en la cadena de valor y, a la par, más certidumbre. Los precios de los minerales cotizan a la baja, además de haber una desaceleración económica mundial. Si juntamos todo eso, tendremos una desaceleración en la actividad constructiva y una estabilización de los precios”, apuntó Ricardo Trejo en el ranking de los Mejores Proveedores 2022.