El indicador negativo fue causado por el descenso en obras de distintos sectores, principalmente del sector público.
Los sectores con más caída
El sector público mostró la mayor contracción, con una reducción de 45.7% en el valor de su producción respecto al mismo mes del año anterior. En contraste, el sector privado logró mantener un crecimiento 2.5%.
La caída más pronunciada se observó en las obras de transporte y urbanización, con un desplome de 52.5% anual en términos del valor de producción. Este sector, que incluye la construcción de carreteras, puentes y obras urbanas, representa una parte significativa de la actividad constructora en el país.
Su caída coincide con la finalización de proyectos al sur y sureste del país como el Tren Maya y las mejoras a la infraestructura carretera alrededor de la obra ferroviaria; proyectos que años anteriores elevaron el valor de producción por la inversión que representaron.
Las obras relacionadas con petróleo y petroquímica también experimentaron un retroceso de 23.8% anual, mientras que los proyectos de electricidad y telecomunicaciones cayeron 7.1%.
La edificación, que incluye la construcción de viviendas y edificios comerciales, mostró un comportamiento más estable con una ligera disminución de 0.1%.
Las obras de agua, riego y saneamiento fueron las únicas que registraron un crecimiento positivo de 2.7%.
¿Cómo se comportó en los estados?
A nivel estatal, los datos muestran contrastes. Quintana Roo registró la mayor caída en el valor de producción con 71.6%, seguido por Tabasco con 59.0% y Campeche con 49.4%.
En contraste, estados como Zacatecas y Baja California Sur mostraron crecimientos de 60.2% y 26.4% respectivamente.
El empleo en construcción también cae
El impacto de la baja en la actividad se reflejó también en el empleo del sector. El personal ocupado total en la industria de la construcción disminuyó 3.0% respecto al mes anterior, con una caída más pronunciada en el número de obreros con en 3.5%.
Las remuneraciones medias reales pagadas a los trabajadores también se vieron afectadas con una disminución de 1.8% respecto al mes anterior. Los salarios pagados a obreros experimentaron una caída más pronunciada de 2.5%.
Las horas trabajadas en el sector también reflejaron esta tendencia negativa, con una reducción de 1.6% mensual y 11.0% anual.