Antecedentes y experiencia previa con aranceles
La situación actual no es completamente nueva para el sector. La industria de la construcción ya experimentó efectos negativos en 2018, cuando la administración Trump impuso aranceles similares.
En aquella ocasión, los costos de materiales aumentaron hasta 30%, lo que afectó a desarrolladores y constructoras, al reducirse proyectos y márgenes de rentabilidad.
Aquella crisis tuvo una pausa en mayo de 2019, cuando Trump anunció la eliminación de estos aranceles tras alcanzar un acuerdo con México y Canadá dentro del marco del T-MEC. Esta decisión permitió estabilizar las cadenas de suministro y evitar la fuga de inversiones que ya comenzaba a manifestarse en algunos subsectores.
Sin embargo, la recuperación no fue inmediata ni uniforme. La inestabilidad en los precios de las materias primas mantuvo un grado de incertidumbre en el sector, y la recuperación fue desigual según el tipo de proyecto.
La vivienda y las naves industriales fueron las más beneficiadas, mientras que la infraestructura pública enfrentó dificultades para reactivarse completamente.
Interdependencia comercial México-Estados Unidos
La complejidad de la situación radica en la profunda interdependencia comercial entre ambos países. El impacto sería bidireccional, por lo que afectaría tanto a México como a Estados Unidos, en una relación donde ambas economías están estrechamente vinculadas por décadas de integración comercial.
Según datos de la Secretaría de Economía, en 2023 México exportó 8,106 millones de dólares en acero a Estados Unidos, lo que representa el 82.5% del total de exportaciones de este material.
Estas cifras revelan la dependencia mexicana del mercado estadounidense, pero también la importancia de México como proveedor para la industria constructora de EU.
En el caso del acero, la Secretaría de Economía reportó que en 2023 México exportó 9,828 millones de dólares en este material e importó 13,049 millones de dólares. Del total de salidas, 82.5% fueron para Estados Unidos.
El mismo año, México recibió 6,820 millones de dólares, lo que representó 31.2% de las exportaciones estadounidenses de este material.
El cemento presenta un panorama similar de interdependencia. En cemento hidráulico, Estados Unidos recibe 93.2% de las exportaciones mexicanas, que en 2023 sumaron 236 millones de dólares, mientras que México importó 49 millones de dólares en este material, con un superávit comercial en este rubro.
La madera completa este panorama de integración comercial. México vendió 801 millones de dólares en madera, carbón vegetal y manufactura de madera, con 96% de recepción por parte de Estados Unidos, mientras que de las importaciones 41.4% fueron de ese país por 2,295 millones de dólares, en este caso un déficit comercial para México.
Esta interconexión hace que las constructoras estadounidenses, que dependen del cemento mexicano por su calidad y precio competitivo, puedan enfrentar un incremento en los costos de producción debido a los aranceles.
Simultáneamente, con la amenaza de la aplicación de estas medidas, los productores mexicanos enfrentarían dificultades para colocar su producto en el mercado estadounidense.
"Esto llevaría a que las exportaciones de algunos materiales de construcción sean menos demandados en Estados Unidos, como puede ser el caso del cemento y del acero", de acuerdo a Samuel Vázquez Herrera, economista principal de BBVA México, en entrevista con Obras en febrero.
La situación se complica aún más al considerar el frente asiático. Vázquez Herrera señala que las posibles restricciones comerciales hacia China podrían reducir aún más las importaciones de acero desde ese país, lo que incrementaría los costos de materiales para la construcción tanto en México como en Estados Unidos, lo que creó un efecto de presión adicional sobre los precios.
Ante esta situación, el sector no permanece pasivo. La CMIC ha elaborado un conjunto de propuestas para enfrentar el desafío.
"Hemos integrado diagnósticos realistas, generado 120 propuestas de políticas públicas viables e identificado proyectos concretos de infraestructura en sectores clave como la energía, el agua, la logística, las comunicaciones y transportes, la movilidad urbana y la vivienda social", mencionó Méndez Jaled durante su intervención.