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Aranceles subirán costo de vivienda e infraestructura: Cámara de la Construcción

La industria constructora enfrentará una caída de entre 3.5% y 5% en su crecimiento, mientras que la vivienda se encarecerá 4%, la edificación 6% y la infraestructura hasta 10%, según la CMIC.
vie 07 marzo 2025 01:36 PM
Aranceles a México dispararán precio de vivienda, infraestructura y afectarán al PIB
El valor de la construcción se verá impactada y reducida con la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos.

El sector de la construcción en México enfrenta un escenario complejo ante la amenaza latente de imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, a pesar de haber sido aplazados hasta el 2 de abril.

De llevarse a cabo, la medida comercial repercutirá en toda la cadena productiva, desde la importación de materias primas hasta el costo final de la vivienda, lo que afectará no solo a grandes empresas constructoras, sino también a familias mexicanas que aspiran a adquirir una casa propia.

"En vivienda significaría un aumento de 3% o hasta 4%, en temas de edificación incremento de hasta 5% a 6% y en tema de infraestructura posiblemente hasta en 10%", estima Luis Méndez Jaled, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

"Porque la mayoría de este tipo de obras tienen de 25% a 30% de sus componentes que hoy están en juego en en el tema de los de los aranceles", observa.

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Méndez Jaled considera que el efecto arancelario además se traducirá en reducir el Producto Interno Bruto (PIB) del sector construcción entre 3.5% y 5%.

El impacto no se limitará al sector, sino que también afectaría el PIB nacional con una reducción de hasta 0.3 puntos porcentuales, debido a la participación de la industria en la economía mexicana.

Esta tendencia deriva una cadena de efectos causados por la batalla arancelaria y que comienza en el incremento en los costos de insumos clave como acero, cemento y madera, que minarían directamente la competitividad de las empresas constructoras mexicanas.

Situación que llegaría a impactar a un sector que ya muestra signos de desaceleración, con una caída de 21.6% en 2024, principalmente por la reducción en obra pública.

"Las cadenas de suministro integradas de América del Norte dependen de insumos intermedios que cruzan fronteras varias veces antes de convertirse en productos finales. Un arancel de 25% podría encarecer cada etapa del proceso", alertó Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, en entrevista con Obras en febrero.

Sólo el discurso de la imposición de aranceles se comenzó a sentir en los mercados de materias primas, lo que proyecta que la tarifa afecta no sólo a los exportadores, sino también a toda la cadena de suministro de la construcción en ambos lados de la frontera.

Según datos de Investing.com, a inicio de febrero, cuando se comenzaron a materializar las amenazas en forma de decreto, el precio del aluminio alcanzó los 2,612.25 dólares por tonelada, un aumento intradía (que se produce el mismo el mismo día) de 0.94%, mientras que el cobre registró un incremento de 1.15%, situándose en 4.3280 dólares por libra.

"El encarecimiento del acero y el cemento será uno de los mayores retos para el sector si los aranceles se concretan", afirmó Carlos Alberto Bautista Pérez, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, en entrevista para Obras en enero.

Impacto en la vivienda mexicana

El efecto dominó de estos aranceles llegaría inevitablemente hasta el bolsillo de los mexicanos. El sector inmobiliario, ya de por sí presionado por la inflación y las tasas de interés, enfrenta ahora presiones adicionales.

Según el Centro de Estudios e Ingeniería de Costos (Ceico) de la CMIC, en la vivienda económica el cemento y concreto representan 19.5% del costo de materiales, mientras que el acero equivale a 11.3% y la madera a 3.7%.

Estas proporciones varían ligeramente en otros tipos de construcciones. En el caso de la vivienda dúplex, el cemento y concreto tienen un peso de 18.2%, el acero de 10.7% y la madera de 3.2%.

Cualquier incremento en el precio de estos materiales tendría un impacto en el costo final de las viviendas, justamente cuando el comercio internacional juega un papel crucial en la estabilidad de precios y la disponibilidad de estos insumos.

"Tenemos un déficit de ocho millones de viviendas y la llegada de migrantes agravará esta situación", señaló Karim Oviedo, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios.

Las ciudades fronterizas serían las primeras en resentir el impacto, al recibir mayor flujo de migrantes repatriados que demandarán vivienda, infraestructura y servicios.

Este escenario desembocará en la intensificación de la crisis habitacional existente. Aunque muchos de los repatriados llegarán con poder adquisitivo y podrán comprar o construir, otros se enfrentarán a un mercado donde la oferta de vivienda social es insuficiente, lo que incrementará la presión en las ciudades de mayor recepción de personas, tanto en inmuebles como en infraestructura y servicios básicos.

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Antecedentes y experiencia previa con aranceles

La situación actual no es completamente nueva para el sector. La industria de la construcción ya experimentó efectos negativos en 2018, cuando la administración Trump impuso aranceles similares.

En aquella ocasión, los costos de materiales aumentaron hasta 30%, lo que afectó a desarrolladores y constructoras, al reducirse proyectos y márgenes de rentabilidad.

Aquella crisis tuvo una pausa en mayo de 2019, cuando Trump anunció la eliminación de estos aranceles tras alcanzar un acuerdo con México y Canadá dentro del marco del T-MEC. Esta decisión permitió estabilizar las cadenas de suministro y evitar la fuga de inversiones que ya comenzaba a manifestarse en algunos subsectores.

Sin embargo, la recuperación no fue inmediata ni uniforme. La inestabilidad en los precios de las materias primas mantuvo un grado de incertidumbre en el sector, y la recuperación fue desigual según el tipo de proyecto.

La vivienda y las naves industriales fueron las más beneficiadas, mientras que la infraestructura pública enfrentó dificultades para reactivarse completamente.

Interdependencia comercial México-Estados Unidos

La complejidad de la situación radica en la profunda interdependencia comercial entre ambos países. El impacto sería bidireccional, por lo que afectaría tanto a México como a Estados Unidos, en una relación donde ambas economías están estrechamente vinculadas por décadas de integración comercial.

Según datos de la Secretaría de Economía, en 2023 México exportó 8,106 millones de dólares en acero a Estados Unidos, lo que representa el 82.5% del total de exportaciones de este material.

Estas cifras revelan la dependencia mexicana del mercado estadounidense, pero también la importancia de México como proveedor para la industria constructora de EU.

En el caso del acero, la Secretaría de Economía reportó que en 2023 México exportó 9,828 millones de dólares en este material e importó 13,049 millones de dólares. Del total de salidas, 82.5% fueron para Estados Unidos.

El mismo año, México recibió 6,820 millones de dólares, lo que representó 31.2% de las exportaciones estadounidenses de este material.

El cemento presenta un panorama similar de interdependencia. En cemento hidráulico, Estados Unidos recibe 93.2% de las exportaciones mexicanas, que en 2023 sumaron 236 millones de dólares, mientras que México importó 49 millones de dólares en este material, con un superávit comercial en este rubro.

La madera completa este panorama de integración comercial. México vendió 801 millones de dólares en madera, carbón vegetal y manufactura de madera, con 96% de recepción por parte de Estados Unidos, mientras que de las importaciones 41.4% fueron de ese país por 2,295 millones de dólares, en este caso un déficit comercial para México.

Esta interconexión hace que las constructoras estadounidenses, que dependen del cemento mexicano por su calidad y precio competitivo, puedan enfrentar un incremento en los costos de producción debido a los aranceles.

Simultáneamente, con la amenaza de la aplicación de estas medidas, los productores mexicanos enfrentarían dificultades para colocar su producto en el mercado estadounidense.

"Esto llevaría a que las exportaciones de algunos materiales de construcción sean menos demandados en Estados Unidos, como puede ser el caso del cemento y del acero", de acuerdo a Samuel Vázquez Herrera, economista principal de BBVA México, en entrevista con Obras en febrero.

La situación se complica aún más al considerar el frente asiático. Vázquez Herrera señala que las posibles restricciones comerciales hacia China podrían reducir aún más las importaciones de acero desde ese país, lo que incrementaría los costos de materiales para la construcción tanto en México como en Estados Unidos, lo que creó un efecto de presión adicional sobre los precios.

Ante esta situación, el sector no permanece pasivo. La CMIC ha elaborado un conjunto de propuestas para enfrentar el desafío.

"Hemos integrado diagnósticos realistas, generado 120 propuestas de políticas públicas viables e identificado proyectos concretos de infraestructura en sectores clave como la energía, el agua, la logística, las comunicaciones y transportes, la movilidad urbana y la vivienda social", mencionó Méndez Jaled durante su intervención.

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