El regreso de los aranceles bajo Biden
En julio de 2024 la administración de Joe Biden reinstauró los aranceles para ciertos productos de acero y aluminio que no fueran fundidos y colados en México, Canadá o Estados Unidos.
Esta decisión respondió al aumento de importaciones de acero desde terceros países a través de México, lo que afectó la competitividad de las acereras estadounidenses al generar una mayor oferta de productos extranjeros a precios más bajos. Como consecuencia, algunas empresas locales redujeron su producción para evitar pérdidas y mantener sus márgenes de rentabilidad.
Para la construcción esto representó un nuevo reto al desestabilizar las cadenas de suministro. La afectación no solo se dio en México, sino también en Estados Unidos, donde las industrias que dependen de estos materiales experimentaron un aumento en los costos de producción.
El presente: la amenaza de Trump y el panorama actual
La nueva imposición de aranceles del 25% al acero y aluminio como herramienta de presión comercial, llega en un contexto en el que en 2023 México exportó 8,106 millones de dólares en acero a Estados Unidos, representando el 82.5% del total de exportaciones de este material.
Por otro lado, las importaciones de aluminio desde Estados Unidos hacia México alcanzaron los 3,250 millones de dólares en el mismo periodo, reflejando una dependencia mutua de ambos mercados. Según datos de Sumisho Global Logistics USA, el intercambio comercial de estos metales ha sido clave para la industria manufacturera y la construcción en ambos países, con un flujo bidireccional que se ha mantenido a pesar de las tensiones comerciales.
El contexto actual muestra un sector de la construcción que ya enfrenta desafíos por la reducción en la inversión en obra pública. De cada 100 pesos invertidos en construcción, 37 provienen del sector gubernamental y 63 del privado, lo que evidencia una menor participación del Estado en el impulso a la industria.
Además, en 2024, el valor de producción de la construcción registró una caída del 21.6%, impulsada principalmente por la reducción en la obra pública, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El futuro: consecuencias de los aranceles
La reimposición de aranceles podría traer consigo un incremento en los costos de producción, afectando la competitividad de las empresas mexicanas y estadounidenses.
"Las cadenas de suministro integradas de América del Norte dependen de insumos intermedios que cruzan fronteras varias veces antes de convertirse en productos finales. Un arancel del 25% podría encarecer cada etapa del proceso", alertó Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Lacen de la UNAM.
Además, la industria de la construcción ya muestra signos de desaceleración, con una caída del 21.6% en 2024 debido a la reducción en la obra pública. De concretarse nuevos aranceles, el impacto podría ser aún mayor, con un descenso adicional del 10% en el sector, de acuerdo al especialista.
Además, se prevé encarecimiento en la vivienda y obra en general, por la participación que tienen los insumos en su edificación.