Viviendas y naves industriales, las obras más rentables en la construcción

La eficiencia de costos de la edificación se explica por su menor dependencia de maquinaria pesada y materiales especializados en comparación con las obras de infraestructura.

Pero esta tendencia se reforzó con los años. Desde 2018 la edificación ha mantenido consistentemente la mejor relación entre gastos e ingresos.

En 2019, año previo a la pandemia, la edificación promedió gastos mensuales de 8,400 millones de pesos contra ingresos de 15,800 millones, un margen de 47%.

Durante 2020, cuando la pandemia impactó al sector, la edificación demostró mayor resistencia. Sus gastos promedio fueron de 7,700 millones mensuales mientras los ingresos se ubicaron en 12,200 millones, manteniendo un margen de 37%, superior a 32% de las obras de ingeniería civil.

La recuperación post-pandemia evidenció la fortaleza del segmento. En 2022, la edificación alcanzó su mejor desempeño con gastos promedio de 7,900 millones de pesos e ingresos de 21,800 millones, resultando en márgenes de 64%.

Obras de ingeniería civil enfrentan mayor presión

Las obras de ingeniería civil, que incluyen carreteras, puentes, presas y sistemas de riego, muestran una estructura de costos menos favorable.

En marzo de 2025, este subsector registró gastos de 7,085 millones de pesos contra ingresos de 15,717 millones.

Este segmento suele experimentar mayor volatilidad en sus márgenes. Durante 2023, las obras de ingeniería civil promediaron gastos de 11,800 millones mensuales con ingresos de 25,600 millones, pero la variabilidad mensual fue mayor que en edificación.

La dependencia de proyectos gubernamentales y de infraestructura pesada expone a este subsector a ciclos económicos más pronunciados.

Los datos muestran que durante periodos de restricción presupuestal, como 2024, los ingresos del segmento se contrajeron más agudamente que en edificación.

No obstante, a finales del 2022, a la mitad de la construcción de los megaproyectos federales del sexenio pasado, fue el segmento en donde hubo más actividad, gastos, pero también ingresos, con 60,239 millones de pesos contra 25,150 de la edificación.

Trabajos especializados: el segmento de menor escala

Los trabajos especializados para la construcción, que incluyen instalaciones eléctricas, plomería, aire acondicionado y acabados, representan el segmento de menor volumen pero con márgenes competitivos.

En marzo de 2025, este subsector reportó gastos de 2,511 millones de pesos e ingresos de 6,246 millones.

Este nicho ha mostrado estabilidad relativa con márgenes que oscilan entre 55% y 60%. Durante 2022, año de mayor actividad constructora, los trabajos especializados promediaron gastos de 2,400 millones mensuales con ingresos de 5,600 millones.

Impacto de la volatilidad económica

Los datos evidencian cómo los diferentes subsectores respondieron a choques económicos. Durante el primer trimestre de 2020, cuando iniciaron las restricciones por COVID-19, la edificación redujo sus gastos 15% mientras que las obras de ingeniería civil los recortaron 22%.

La recuperación también mostró patrones diferenciados. Para 2021, la edificación había recuperado 95% de sus niveles pre-pandemia, mientras que las obras de ingeniería civil permanecían en 88% de sus niveles de 2019.