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Fenómenos climáticos encarecen obras y alteran tiempos de construcción

Alrededor de 45% de los proyectos a nivel global experimenta retrasos por fenómenos meteorológicos. La CMIC advierte sobre sobrecostos, retrasos y riesgos por lluvias, calor extremo y escasez hídrica.
vie 06 junio 2025 05:30 AM
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Las obras requieren de sistemas extras y mano de obra especializada para hacer frente a tormentas o calor extremo.

Los fenómenos meteorológicos extremos como lluvias atípicas, olas de calor prolongadas y escasez hídrica, cada vez más frecuentes, impactan directamente en los tiempos de construcción y en los presupuestos de una obra. Son una muestra de cómo el cambio climático puede alterar el ritmo, costo y planificación de un proyecto.

“Estos fenómenos incrementan los costos de construcción, reducen la productividad laboral y exigen mayores inversiones en resiliencia y adaptación”, señala la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).

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María Eugenia Dávila, directora de Proyectos de Escala, empresa de servicios para la construcción, explicó que estos efectos se manifiestan sobre todo en el colado del concreto. “Si es una temperatura extrema, hay que pasar el colado en la noche para que no le afecte al curado del concreto”, contó.

En caso de lluvias fuertes los trabajos deben suspenderse completamente. “Una losa no la puedes colar cuando está lloviendo porque el exceso de agua en el concreto hace que pierda capacidad de carga”, detalló.

También se implementan medidas como el uso de hielo en lugar de agua en las mezclas para evitar el sobrecalentamiento del material.

Cuando las condiciones no permiten continuar, los trabajadores permanecen en obra a la espera. Esto genera costos adicionales. “Ya tienes ahí a los albañiles y detienes el colado. Esos albañiles como quiera los tienes que pagar”, comentó.

Además, si el concreto pierde calidad, es necesario demoler y rehacer los elementos afectados, lo que suma más material, más mano de obra y más tiempo.

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El incremento en los costos

La arquitecta María Eugenia Dávila explicó que los sobrecostos también se presentan cuando una obra se retrasa y no puede ser entregada en las fechas pactadas. “Si es una planta industrial que la tienes que haber abierto para tal día y te retrasas… es otro tipo de sobrecosto”, dijo.

En algunos casos, el impacto climático genera fallas no visibles de inmediato, como puntas frías en el concreto colado bajo lluvia o con cambios de temperatura inesperados.

La humedad y las temperaturas también afectan los acabados interiores y adhesivos en obras ya terminadas. “Te levanta tapiz, te levanta pintura… te levanta el piso”, señaló la arquitecta al referirse a las afectaciones en muros y suelos.

En climas fríos, el concreto no debe colarse si la temperatura ambiente está por debajo de 4 grados centígrados. En esas condiciones, algunos constructores recurren a fogatas para elevar la temperatura del entorno.

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Tanto el calor como el frío obligan a considerar medidas para no afectar las obras.

El aumento en el costo no se puede generalizar, ya que depende del tipo de obra y episodio, pero se calcula que 45% de los proyectos a nivel global experimentan retrasos debido a condiciones climáticas adversas, de acuerdo con la empresa de servicios de construcción CMIC Global.

En Estados Unidos, por ejemplo, se registran pérdidas anuales de hasta 100,000 millones de pesos en la construcción y agricultura, por olas de calor, publicó la revista Time.

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Medidas de sustentabilidad

La CMIC señala que, aunque adoptar prácticas sostenibles implica una inversión inicial mayor —entre 5% y 15% sobre el costo convencional— esa diferencia puede recuperarse en menos de cinco años gracias a los ahorros operativos.

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Adoptar prácticas sostenibles implica una inversión inicial mayor, entre 5% y 15% sobre el costo convencional.

Según datos presentados por la Cámara, en abril de 2025 la Bolsa Mexicana de Valores reportó más de 400,000 millones de pesos en instrumentos con criterios Ambientales, Sociales y de Buena Gobernanza (ASG), de los cuales el 10.4% se destinó al sector de la construcción.

Pese a estos avances, la brecha es amplia. Al cierre de 2023, el 75.7% de la energía en México todavía provenía de fuentes fósiles. La generación de residuos en la construcción también continúa elevada: tan solo en la Ciudad de México se produjeron más de 4 millones de toneladas de residuos de construcción y demolición en un año.

En respuesta a este panorama, la CMIC impulsa un decálogo de propuestas para una industria más resiliente.

Entre ellas se encuentra la reasignación de recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación para prevenir desastres, la promoción de materiales sostenibles, la vigilancia del cumplimiento ambiental en obras y la integración de tecnologías de vanguardia.

El propósito es fortalecer la gestión integral de riesgos en infraestructura y movilidad, anticipando y enfrentando los efectos del cambio climático.
Análisis CMIC.

Además, destacó que las MiPyMEs que adoptan criterios ambientales pueden acceder a incentivos económicos, fiscales y financieros.

“Es crucial destacar que, en México, las MIPYMES que adoptan prácticas sostenibles… pueden acceder a incentivos económicos, fiscales, financieros y de posicionamiento competitivo”, dijo Roberto Calvet Roquero, coordinador nacional de Responsabilidad Social de la CMIC.

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