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Control sanitario, otra cara de la videovigilancia

Aunque México está lejos de utilizar videocámaras para monitorear contagios de Covid-19, como ocurrió en China, empiezan a instalarse sistemas para detectar casos sintomáticos.
jue 26 marzo 2020 04:57 PM
Thermal scanning of a person
En China se usaron cámaras que detectan el calor para identificar a personas contagiadas de Covid-19.

Como parte de su estrategia de prevención ante Covid-19, Plaza Carso instaló en las oficinas corporativas de la Torre II un sistema de medición de temperatura con imágenes térmicas humanas de ultra alta precisión, el cual detecta a los visitantes que registren más de 37.3 ℃ y activa una alerta.

El sistema opera a través de una cámara térmica IP (con lentes de 7.5 y 13 mm) y un mecanismo llamado Blackbody, de la marca Dahua, mismos que a través de un algoritmo de inteligencia artificial reconocen las figuras humanas y miden la temperatura de la cara de hasta 80 personas por minuto, excluyendo otra fuente de calor que pueda constituir una falsa alarma, a una distancia óptima de 3 metros.

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Asimismo, para identificar más casos sintomáticos de Covid-19 es posible utilizar cámaras que ofrecen mayor precisión que los termómetros digitales portátiles, como la empleada por el Centro EVA para detectar de forma temprana el cáncer de mama.

Si bien la detección de alta temperatura no es concluyente, “ayuda a disminuir riesgos en lugares donde hay mucha afluencia: aeropuertos, centros comerciales, hospitales, transporte público, etcétera”, asegura Armando Zúñiga, presidente de la Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (Asume), integrada por 32 asociaciones de seguridad privada.

La tecnología como aliada

Durante el brote de coronavirus en China, el gobierno de esa nación usó sistemas de videovigilancia para detectar el movimiento de la gran mayoría de los habitantes (y vehículos), por ello, durante la contingencia fue posible seguir el rastro por toda la ciudad de personas probablemente contagiadas.

Tras esta experiencia, China es referente mundial y marca la pauta en torno a cómo afrontar contingencias sanitarias. “La reacción que tuvo al utilizar tecnologías para llevar un control más preciso del número de contagios y disminuir la propagación del virus deja muchas lecciones”, reflexiona Rodrigo Escamilla, business development manager de Dahua Technology, fabricante de soluciones IoT basadas en video.

Estas tecnologías térmicas no son nuevas, explica Escamilla, “existen desde hace tiempo, han estado evolucionando y ahora permiten aprovechar mejor las aplicaciones que ofrecen. En México, podríamos hacer un frente epidemiológico con la ayuda de equipamiento tecnológico urbano y corporativo”.

“En el caso de la Ciudad de México, ya se cuenta con tecnología y centros de vigilancia repartidos por toda la ciudad, pero no son suficientes ante el crecimiento que ha tenido en los últimos 10 años”, señala Tania Kalinka, directora de la división Digital Energy de Schneider Electric.

Además, en el país falta una ley nacional. Aunque varios estados tienen iniciativas para regular la videovigilancia, “el trabajo debería hacerse a nivel nacional para aplicar los mismos criterios”, opina Zúñiga.

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Entrada con cámaras de Dahua.

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Enfoque de prevención

El problema de los últimos dos sexenios es que se ha invertido más en armas y policías, es decir en contención, pero aún falta trabajar más en la prevención, incluidos equipos capaces de emitir alarmas a los cuartos de control. “En más de 70% de los delitos que se resuelven de manera satisfactoria, hay una cámara de por medio”, refiere el presidente de Asume, organismo que forma parte del Consejo Consultivo Empresarial.

La Ciudad de México ha mantenido más bajos índices que otras entidades en cuanto a delitos de alto impacto, y es porque fue de las primeras que empezó a invertir e instalar cámaras en espacios públicos; actualmente hay alrededor de 14,000, aunque no todas están funcionando porque no reciben el mantenimiento debido y actualización de software.

En este sentido, “es necesario invertir en tecnología porque es un mecanismo de prevención y atención oportuna. A medida que la población está identificada y sabe que puede estar vigilada, su comportamiento cambia”, puntualiza Zúñiga.

De acuerdo con Tania Kalinka, en la Ciudad de México podrían utilizarse las centrales de vigilancia que actualmente están activas, siempre y cuando se tome en cuenta lo siguiente:

  • Migrar tecnología y contar con dispositivos de ciberseguridad para evitar que alguien pudiera penetrar remotamente dentro de cualquier inmueble que tenga acceso al CCTV de cualquier parte de la ciudad.
  • Restringir completamente el acceso físico y virtual a cualquier persona que ingrese a estos centros.
  • Capacitar al personal a cargo sobre los riesgos que existen al estar operando los equipos.
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