Desde que se giró una orden de aprehensión en contra del exdirectivo, varios grupos de socios se han enfrentado para decidir quién tiene el control de la empresa. Mientras que las actividades administrativas las dirigen José Marín y Víctor Velázquez, quienes presiden de manera legal los Consejos de Administración y Vigilancia, las plantas productoras de Hidalgo y Oaxaca están operadas por más de 500 socios (la mayoría de la Cooperativa), encabezados por Federico Sarabia y Alberto López.
“Ese es el mecanismo que se tenía que seguir para poder dar cumplimiento a las obras del gobierno. Hasta antes que estos señores tomaran el control administrativo, todo fluía bien, todo se estaba dando como cosa muy normal y natural, como siempre lo hemos hecho en el funcionamiento de nuestras plantas y nuestra empresa. Pero a raíz de que ellos toman el control administrativo, se empiezan a obstaculizar estos convenios ya adquiridos con mucha anticipación”, afirma Alberto López.
Un aliado digital para la industria de la construcción
Además de Santa Lucía, Azul Concretos también provee material para la refinería de Dos Bocas y los proyectos del Istmo, para los que ha tenido dificultades de proveer material como fue acordado. En el caso de Santa Lucia, debe surtir 350,000 metros cúbicos, y hasta la fecha lo han logrado, pero teme que la situación cambie con los conflictos.
“El costo más grande es la imagen de la Cooperativa; la marca vale más que todos los activos. Eso es lo que a nosotros nos preocupa, que tengan la percepción de que Cruz Azul es una empresa que incumple sus compromisos”, agrega el socio de la compañía.
La Sedena se ha preparado para estas situaciones, ya que si una de sus fuentes de suministros se detiene, cuenta con el resto para proveer el faltante. De esta manera, se espera poder concluir el aeropuerto en tiempo récord para solucionar el problema de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.