En este sentido, los organismos consideran necesario reforzar estos elementos para hacerlos más resilientes y mejorar la vida de los pobladores. Para lograrlo establecieron 52 acciones que forman un plan estratégico que se puede implementar para lograr la transformación. Éstas se organizan en cuatro elementos centrales: movilidad, ciudades, bosques y voces juveniles.
Para elaborarlas se basaron en evidencia, datos y experiencias, conjuntando a organizaciones, sociedad civil, empresarios y los tres niveles de gobierno.
Algunas de las soluciones planteadas son la reducción de brechas de inequidad en el acceso de personas a bienes, servicios y oportunidades, así como la relocalización de estrategias a nivel barrio.
El documento ayuda, en primer lugar, en la identificación del papel de cada actor y sector de la sociedad en la recuperación, “segundo, que no se pueden separar las dimensiones del medio ambiente de la igualdad y la inclusión y de la recuperación económica, esto es el hilo conductor de la RS, y es un principio imprescindible. Y tercero, que las recomendaciones de la hoja de ruta no son sueños, es un plan práctico y que se puede implementar desde hoy”, dijo Dominic Curran, jefe de Finanzas Climáticas Internacionales de la Embajada Británica en México, durante la presentación de la ruta.
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Las organizaciones que colaboraron con el documento son, además de WRI: en conjunto con las organizaciones aliadas Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Embajada Británica en México, la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable en México (GIZ), la Iniciativa Climática de México (ICM), The Climate Reality Project América Latina, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).