La pandemia mostró la deficiencia en diseño de las ciudades y espacios , y aceleró algunas transformaciones. Demostró que los traslados entre comercios, espacios de trabajo y viviendas deben ser más cortos y con la posibilidad de usar otros medios de transporte alternativos al auto, además de que sitios como las oficinas deben ser más flexibles.
Esta manera de concebir las ciudades es un eje que siempre ha regido a Reurbano, empresa de inversión y desarrollo inmobiliario que se preocupa porque sus proyectos se comuniquen entre ellos y tengan una buena interacción con el espacio público, virtudes que ayudarían a evitar problemas tan profundos como la crisis sanitaria que acontece al mundo en la actualidad, argumenta ONU-Hábitat.
Publicidad
“Tenemos el ideal de hacer intervenciones de escala humana en una misma zona. Así, logras tener distintos tipos de actividades sucediendo en lugares cercanos y esta forma de vida se desdobla en un pequeño barrio, que es más eficiente y genera má economía en espacios al aire libre”, comenta Andrés Sañudo, director de Vinculación y Nuevos Negocios en Reurbano, en entrevista con Obras.
Pero no sólo la cercanía entre inmuebles con distintos tipos de usos son una manera de mejorar las ciudades. También la misma configuración del diseño arquitectónico de los espacios puede transformar el entorno, como dejar de darle protagonismo al auto y hacer menos estacionamientos para dejar de incentivar su uso.
Hay zonas en la Ciudad de México como Santa Fe, Interlomas y Nuevo Polanco, en donde acceder a los centros de trabajo es complicado si no se hace a través de formas de transporte motorizados, lo que se transforma en cientos de pobladores varados en el tráfico vehicular de todos los días.
En este sentido. Elvira Muñoz Beraza, directora de Aecom y del Master in Strategic Design of Space de IE School of Architecture and Design, comenta que además se podrían crear oficinas más pequeñas que fomenten sólo la convivencia y colaboración entre trabajadores, para que las actividades sistemáticas se realicen desde el hogar. Esto también mejoraría la carga de automóviles en las calles, la contaminación al medioambiente y mejoraría la productividad de las personas.
Aunque ella no descarta que las personas acudan a sus centros de trabajo, a pesar de que el home office es una tendencia, casi obligatoria, que ha crecido con la pandemia. Considera que es una oportunidad para transformar a las oficinas y hacerlas más resilientes.
Publicidad
“Igual que nosotros hemos aprendido la resiliencia para adaptarse a los cambios con más facilidad, las oficinas deben ir en el mismo sentido. En lugar de tener puestos asignados, los espacios deberían poder ser reconfigurables. El mobiliario debería estar sobre reglas, contar con alta tecnología para conectarse con las personas que trabajan en remoto, y usar menos metros cuadrados para ir sólo dos o tres veces a la semana a la oficina”, comenta la experta en entrevista con Obras.
Francisco Pardo, arquitecto a cargo de los proyectos de Reurbano, también explica que las oficinas no desaparecerán con el teletrabajo, ya que la interacción es fundamental entre las personas, “por eso creo que estos modelos de oficina, de comercio, de vivienda, tienen que ser mucho más entendidos en torno a las ciudades, que no tengas un porcentaje grande de gente en las oficinas que usen el auto o transporte público muchas horas al día. Que se entienda la ciudad en núcleos y barrios en donde se pueden empezar a hacer otro tipo de actividades”, insiste.
Transformación de la metrópoli
Pero, ¿es posible hacer esto en una ciudad congestionada como la capital del país? La respuesta para Reurbano es que sí. La mayoría de sus proyectos se han basado en intervenciones a espacios que ya estaban construidos en zonas como la colonia Roma y Juárez, pero consideran que este modelo se puede trasladar a otras partes.
“Desde Iztapalapa, hasta Coyoacán o San Ángel, hay condiciones de barrio. Hay centros, sistemas de transporte… la Ciudad de México tiene las condiciones urbanas y una escala media baja que puede densificar un poco más. Pero hay que desatorar la parálisis en la que estamos . Hoy en día, estas estructuras o esta concentración selectiva de ciertos beneficios en donde puedes construir mucho en ciertos lugares y poco en otros. Eso ha orientado que en esos dos corredores se concentre la mayor actividad económica de la ciudad”, comenta Francisco Pardo.
Por lo que se tiene que encontrar una forma ordenada de aumentar la producción de equipamientos urbanos: servicios culturales, salud y educación. Ayudar a que el desarrollo vaya de la mano con este tipo de visiones y los desarrollos generen un mejor impacto social y ambiental.