El Centro de Justicia y el Derecho Internacional, Kanan Derechos Humanos y Múuch’Xiinbal son algunas de las organizaciones que, a nombre de las comunidades originarias del sureste del país, presentaron las denuncias debido a que consideran que la construcción del proyecto haría daño al medioambiente.
“Con la ejecución del referido proyecto se podría causar un impacto significativo en el medio ambiente, por toda la pérdida de cobertura vegetal, así como el desplazamiento en la flora y fauna, lo cual de ejecutarse sería irreversible”, dice el fallo.
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En días pasados, Rogelio Jiménez Pons, director del Fonatur, dijo que hasta el momento hay siete de estos recursos en contra de la edificación de diferentes tramos de la obra, pero que la dependencia trabaja en presentar pruebas para continuar con los trabajos.
También comentó que los amparos sólo afectan a tramos del 10% de la infraestructura para el Tren Maya, debido a que el resto se construye sobre vías ya existentes, por lo que las denuncias no proceden.
"Es importante destacar que el sureste apoya el proyecto y los esfuerzos legales para detenerlo responden a intereses individuales y no a la voluntad de las comunidades. Los pueblos originarios no están detrás de los recientes amparos. Se trata de organizaciones con una estrategia mediática y una agenda política", comunicó la dependencia ante el anuncio.