La promesa es tan firme que el plan está en constante transformación con el fin de reducir los tiempos. Esto ha llevado a que desde que se presentó el proyecto en 2018 hasta la fecha, han habido modificaciones que elevaron su costo hasta los casi 230,000 millones de pesos (inicialmente se calculaba en 120,000), según comentarios del ex director de Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo), Rogelio Jiménez Pons, antes de dejar el organismo encargado del tren.
La modificación más costosa fue electrificar 690 kilómetros de ruta (incluyendo vías dobles) en el tramo de Mérida a Chetumal para disminuir el impacto en el ambiente y eficientar su uso.
Respecto a la ruta, los últimos cambios han mostrado que incluso iniciada la edificación, no se está excento de configuraciones. En Playa del Carmen, por ejemplo, la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) había invertido 522 millones de pesos en el Proyecto Ejecutivo del Tramo 5 Norte, y había comenzado la reubicación de 20,000 árboles y deforestación de 1,000.
A pesar de los inicios de la construcción, se decidió cambiar la ruta. El tramo elevado considerado no será construido y se evitar la zona urbanizada de la ciudad, para evitar perjudicar el tránsito vehicular y ahorrar tiempo de construcción, dijeron Javier May, nuevo titular de Fonatur, y Román Meyer Falcón, secretario de Desarrollo Territorial y Urbano.
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Los otros cambios
Semanas antes hubo otro anuncio de modificaicones a la ruta del Tren Maya, pero esta vez en Cancún. En un inicio se planteó que el ferrocarril transitaría la carretera 307 sobre un viaducto elevado. Meses más tarde, se desechó la idea del puente y se planeó un recorrido a ras de suelo.