La historia del tren
El vehículo fue comisionado por el presidente Plutarco Elías Calles en 1925 (entregado dos años después). Fue construido por Pullman Palace Car Company, empresa que en 1895 obsequió el Tren Amarillo a Porfirio Díaz.
El diseño original contó con cinco carros de acero verde olivo por fuera, y en el interior forrados de maderas de Tabasco, combinadas con terciopelos, bronces y sedas.
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La estructura se dividía en la recámara del presidente, su esposa y el secretario particular. También había una oficina presidencial con teléfono y sistema de telegrafía, así como una plataforma-observatorio. Igualmente había un comedor de 14 personas y el Salón azul, para fumar.
El tren incluía 16 camarotes, un dormitorio para el Estado Mayor y otro para la escolta del presidente. Además, un vagón estaba destinado al equipaje y automóviles.
El ferrocarril costó 475,000 dólares y operó con 10 presidentes.
El corredor cultural
En los terrenos del aeropuerto de Santa Lucía se desarrolló toda una ciudad militar, con espacios que también son para el público en general. Estos se encuentran en el pasillo que va de la segunda entrada a la terminal de pasajeros.
Inicia con el centro comercial que además de locales y de comida tiene un gimnasio y sitios de entretenimiento como bolos. A la misma altura está el Hospital Militar de Zona.
Más adelante se encuentra el Museo del Mamut, elaborado de la mano del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y en el que se exhiben los hallazgos arqueológicos que hubo en las excavaciones para el aeropuerto.
En el corredor también está el Museo Militar de la Aviación, en donde se podrán conocer más de 50 aviones en 12 salas de exhibición y 24 galerías. Posteriormente, antes de la Base Aérea Militar No. 1, estará la zona del tren.
