Mientras en algunas comunidades del mundo se está volteando a ver el desarrollo de ciudades inteligentes aprovechando tecnología de punta para tomar decisiones, en México hay alcaldías en donde faltan elementos de infraestructura básica, como las banquetas.
Sin banquetas: la CDMX deja a la periferia con calles incompletas
Milpa Alta y Xochimilco son las dos demarcaciones de la capital del país en donde casi la mitad de las manzanas carecen de este elemento en proporciones de 41.6% y 40.5% respectivamente, de acuerdo con datos del Inventario Nacional de Viviendas 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), lo que representa cuatro veces más carencia de ellas que en el resto de la metrópoli, en donde el promedio es de 9.6%.
La situación se da a pesar de que desde 2014 la Ley de Movilidad determina que las vialidades primarias y secundarias deben contar con “calles completas”, cuyo marco establece la implementación de banquetas y guarniciones (elementos de separación en la infraestructura), a menos que las vías sean completamente peatonales.
Como detalla un análisis realizado por el Observatorio de Espacio Público de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), este tipo de insuficiencias se relacionan de manera directa con la desigualdad entre las áreas centrales y las periferias de colonias populares y pueblos conurbados.
Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza, alcaldías consideradas centrales,según el Programa de Desarrollo Urbano del (antes) Distrito Federal. Las cuatro son las que tienen el índice más bajo de falta de banquetas con 0.09%, 0.2%, 0.6% y 2.2% respectivamente.
Te recomendamos:
Milpa Alta y Xochimilco son, también, las alcaldías en donde hay más personas en situación de pobreza, con 54.7% y 48.2% del total de su población, como evidencian las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
La carencia de este elemento, que en ocasiones se debe al crecimiento irregular de las ciudades y la autoconstrucción, es grave, debido a que no permite el desarrollo de sus usos primordiales, de acuerdo con el análisis de la UAM: el flujo, descanso, siembra de vegetación, instalación de mobiliario urbano, encuentro y sociabilidad, comercio y consumo, entre otras.
“En este cruce de caminos se abre la posibilidad de fomentar una movilidad más sustentable y un espacio público más inclusivo”, detalla.
Esta realidad también se refleja en la calidad de vida. Adolfo Sánchez Almanza, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizó un estudio sobre la calidad de vida en la Zona Metropolitana del Valle de México, cuyos resultados apuntan a que hay mayor bienestar en las alcaldías centrales y menor en demarcaciones como Milpa Alta, Chimalhuacán y Chalco, estos dos últimos municipios del Estado de México.