Libramiento de Coconal en Cd. Juárez busca ser una vía eficaz entre México y EU

Para atender la demanda de traslados entre ambos países y potenciar el comercio exterior hacia Texas, hace ocho años se creó el Puente Transfronterizo Guadalupe-Tornillo, con la infraestructura de cruce más grande de la ciudad. Sin embargo, la afluencia fue menor de la esperada debido a la falta de infraestructura y, principalmente, a la carencia de conexión con el resto de la ciudad. Por ello, Coconal inauguró en junio de 2023 el libramiento Ciudad Juárez.

El libramiento

Un camino, a tres metros de altura del resto del terreno y cargado hacia el lado izquierdo, está enmarcado por un panorama desértico con montañas al fondo. Las hectáreas de terreno, sin una sola construcción, representan la oportunidad para la detonación de naves industriales y el crecimiento en la afluencia de usuarios en el camino, dice Juan Carlos Gómez, director de Concesiones de Coconal, la cuál no está muy lejos. A mitad de la vía, máquinas comienzan a mover tierra a pocos metros de la carretera.

El fenómeno del ‘nearshoring’ no fue el principal motivante de la creación de esta obra, que comenzó a gestionarse en 2015, cuenta Héctor Saúl Ovalle Favela, director general de Coconal.

“El proyecto es parte de una concesión que tenemos desde 1990, que se buscó muchas veces y se dio la oportunidad (...) Siempre que hagas infraestructura se usará eventualmente y terminará excedida de capacidad; entonces, en la frontera pasa, yo creo, con mucha más velocidad, y esta es una frontera donde puedo decir que pasa”.

El libramiento, en la actualidad, tiene un tránsito de 600 vehículos diarios —lo que representa un crecimiento de 600% en seis meses—, pero se esperan 3,000 y tiene capacidad para 7,500, de los cuales el 80% será transporte de carga, aunque se puede duplicar debido a que se dejó espacio para agregar un carril —en la actualidad hay uno de cada lado—, por lo que echaron mano de herramientas para eficientar su uso.

La infraestructura

El tramo es tipo A2 y mide 31.3 kilómetros con 12 metros de ancho que parten de Samalayuca. fue construido con un sistema de asfalto espumado, que lo hace más resistente a transporte de carga, se utiliza menos material y requiere menor mantenimiento.

“Lo que haces es emulsionar el asfalto, le inyectas agua y aire y lo inflas. La espuma funciona en lugar del aglomerado viscoso que conocemos —chapopote— y tiene mejor capacidad de contactar toda el área del agregado, se usa menos asfalto, se hace en frío y se puede poner una capa más ligera”, explica el director general de la empresa constructora y operadora de infraestructura.

La carretera se construyó, además, a tres metros de altura sobre el nivel del terreno para que en época de lluvias el agua no implique un obstáculo para el tránsito.

En materia de seguridad, además de tener circuito cerrado de televisión, la empresa construyó inmuebles con cocina, sala y baño, para que elementos de la Guardia Nacional puedan estar a lo largo de la ruta las 24 horas y garantizar la seguridad en la ruta. Tampoco hay accesos a lo largo de la ruta, para evitar vías de entrada y salida que permitan ilícitos.

Para hacerla más sustentable, se instalaron paneles solares que generan de 35% a 40% de la energía necesaria en el proyecto, además de plantas de tratamiento. Se espera que este año se construyan paradores de descanso con tienda, regaderas, comedor, gasolinería y lugar de estacionamiento para los conductores.

La obra tuvo una inversión totalmente privada de 3,500 millones de pesos bajo un contrato de concesión a 30 años.

Los beneficios

El ahorro del tiempo es la principal ventaja de la vía, de acuerdo con Coconal, ya que el recorrido que se tenía que hacer para llegar al Puente Guadalupe-Tornillo medía 76.9 kilómetros, que se transitaba en 61 minutos, mientras que con el libramiento la distancia se reduce a 43.1 kilómetros, que se traducen a 21 minutos.

También es la vía más rápida para cruzar desde el aeropuerto. Para pasar por la Vía Santa Teresa, la más demandada en la actualidad, se recorren 123.57 kilómetros en 94 minutos, con un tiempo de cruce de 120 minutos, lo que da un total de 214.

En la vía de Zaragoza se recorren 55.99 kilómetros en 180 minutos —ya que atraviesa por una zona urbana— con 61 minutos de cruce, es decir, 241 minutos en total.

Y con el libramiento de Ciudad Juárez, son 81.90 kilómetros de recorrido que se realizan en 58 minutos, con 60 minutos de cruce, lo que resulta en 118 minutos.

“No se trata solo de un puente. En El Paso y Ciudad Juárez hay varios puentes fronterizos, y el tránsito se puede distribuir para que no haya tanta concentración. No es un paso fronterizo que llegue a competirle a los demás, porque si no tienes que ir a Nuevo México, ¿para qué te vas por otro? Si es más fácil llegar por Santa Teresa, no uses Tornillo”, comenta Héctor Ovalle.

Contras

Entonces, ¿por qué aún no llega a la capacidad deseada a pesar de los beneficios? El primer factor, de acuerdo con Héctor Ovalle, es el tiempo. Falta que se pase por una etapa de conocimiento y maduración del proyecto, pero también la infraestructura juega un papel importante.

El directivo de Coconal menciona que en esta zona, de los dos lados de la frontera no hay más que arena. No se cuenta con gasolineras, hoteles, estaciones de transferencia ni representación de Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), por lo que se encuentran en pláticas con los gobiernos mexicano y estadounidense para potenciar los servicios.

Para contrarrestarlo, además de la infraestructura construida, la empresa ofrecerá descuentos escalonados del 10% al 50% a las empresas que decidan transitar la zona, mientras que el puente transfronterizo los dará al 50%.