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El sistema israelí que repara fugas de agua sin excavar llega a México​

El mecanismo fue traído al país por la empresa Relap. Se probó en León y San Miguel de Allende, pero todavía no es usado de manera masiva.
sáb 12 abril 2025 09:47 AM
El sistema israelí que repara fugas de agua sin excavar llega a México​
En México se pierde alrededor de 30% del agua en fugas.

Todos los días se pierden millones de litros de agua no solo por evaporación o por mal uso, sino porque las redes de distribución presentan fugas que, en su mayoría, no se ven. De acuerdo con estimaciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre 30% y 40% del agua potable se pierde en el trayecto desde su captación hasta el grifo de los hogares.

Para romper ese ciclo de desperdicio, una nueva tecnología desarrollada en Israel busca abrirse paso en México. “Esta solución permite sellar todas las fugas, visibles o no, desde el interior de las tuberías, sin excavar ni romper pavimento”, explica Víctor Palencia, director de Relap, la empresa que trajo al país este sistema.

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Hasta ahora, la reparación de estas fugas sigue un esquema clásico: alguien detecta una pérdida de agua visible, una cuadrilla acude, excava la calle, encuentra el punto roto y lo tapa.

Además de las complejidades en la obra en sí y todo lo que implica excavar para reparar, lo que dificulta el protocolo es la detección de las fugas, ya que solo el 10% son visibles; es decir, que la mayoría de las fugas permanece oculta y sin atender hasta que provoca socavones u otro tipo de afectaciones.

Con el sistema israelí se prevé una reducción en tiempo y costo de reparación de fugas. Relap ya realizó intervenciones en la colonia El Molino, en León, Guanajuato, donde se intervinieron más de 4,000 metros de red en pocos días. También se probó en San Miguel de Allende.

De acuerdo con Víctor Palencia, en una colonia promedio, con 4,000 o 5,000 metros de tubería, se puede terminar el trabajo en dos semanas con una reparación de hasta 500 metros diarios con varias cuadrillas.

“Empiezas a las nueve de la mañana cuando la gente ya se fue al trabajo, y a las tres de la tarde, antes de que regresen, ya reparaste dos cuadras. Nadie se entera”, comenta con base en su experiencia.

Así funciona el sistema

La técnica consiste en aislar un tramo de la red de hasta 500 metros mediante las válvulas existentes que dividen las colonias en sectores hidráulicos. Una vez aislado, con la tubería llena de aguag, se introduce un compuesto sellador que viaja por el interior de la tubería.

Este compuesto, desarrollado por la empresa israelí Curapipe, detecta diferencias de presión dentro del tubo: cuando hay una fuga, por pequeña que sea, el compuesto se introduce en ella y se adhiere a las paredes lo que forma un tapón resistente, sin afectar el flujo ni las derivaciones domiciliarias.

“No tapa conexiones, no inutiliza válvulas. Simplemente encuentra las fugas y las sella desde adentro. Es como una resina inteligente que va leyendo el tubo”, dice Víctor Palencia.

El sellado tiene garantía de al menos 10 años, comprobada en laboratorios internacionales mediante pruebas de presión equivalentes a una década de uso real.

A diferencia de otras tecnologías similares, como las mangas que se expanden dentro de las tuberías, este sistema no anula conexiones ni requiere cortar el servicio por días, dice el vocero de la empresa.

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El sistema puede reparar 500 metros diarios.

El sistema es compatible con tuberías de entre dos y ocho pulgadas de diámetro (en la Ciudad de México el diámetro es de entre 3 y 6.5), sin importar el material: PVC, acero, polietileno de alta densidad, hierro dúctil o incluso asbesto. Funciona con cualquier tipo de unión (roscadas, mecánicas, termofusionadas o con bridas).

Lo que no sustituye es la rehabilitación completa en tuberías colapsadas. En esos casos el reemplazo es necesario.

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El drenaje de la CDMX cuenta con una longitud de 153.3 km, con tuberías de diámetro entre tres y 6.5 metros.

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El costo del sistema

Una de las preguntas más comunes de los organismos operadores de agua es el costo frente a una rehabilitación tradicional.

Víctor Palencia asegura que esta alternativa cuesta entre un 30% y 40% del valor de sustituir la misma longitud de tubería. Además, reduce el tiempo de intervención de dos meses a una jornada de seis horas.

“No solo recuperas el agua, también evitas abrir calles, cerrar negocios, afectar el tránsito o incomodar a los vecinos”, detalla.

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El sistema fue utilizado en México en León y San Miguel de Allende.

La tecnología frente a la crisis hídrica

A pesar de sus ventajas, la tecnología no es una constante para resolver las problemáticas. Durante el Cuarto Foro Nacional del Agua este 2025, organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México, especialistas coincidieron en que México enfrenta una crisis estructural donde la red hidráulica envejecida y sin mantenimiento acumula pérdidas, pero no forma parte de las prioridades presupuestales.

“El gran reto es que el agua no tiene el valor que merece. Los gobiernos suelen preferir obras visibles: un parque, una luminaria, un puente. Pero arreglar tuberías no se ve, aunque sí se nota cuando falta el agua”, comenta el directivo.

Los especialistas también advirtieron que sin inversión suficiente ni una política de gestión integral del recurso, el país difícilmente alcanzará los objetivos de seguridad hídrica ni las metas de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.

Además, se destacó que el país requiere al menos 120,000 millones de pesos anuales para cerrar la brecha de infraestructura hidráulica. Actualmente, la inversión está por debajo de esa cifra, y se mantiene dispersa entre niveles de gobierno y organismos operadores con capacidades técnicas desiguales.

Según un estudio de Agua UNAM y la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), la Ciudad de México pierde 23 metros cúbicos por segundo por fugas. Esa cantidad equivale a todo el volumen que se sobreexplota del acuífero local.

“Es decir, si dejáramos de tirar el agua por fugas, no necesitaríamos extraer más del subsuelo ni traerla desde el sistema Cutzamala. Bastaría con usar bien la que ya tenemos”, concluye Víctor Palencia.

Relap busca continuar con la realización pilotos en ciudades interesadas. Mientras tanto, mantiene un circuito de demostración en el Estado de México, donde se simulan fugas reales y se muestra el funcionamiento del sistema a autoridades y técnicos.

La solución ya existe. Lo que falta es voluntad para aplicarla.
Víctor Palencia, director general de Relap.

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