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Constructoras ven viable el uso de acero mexicano en todas las obras públicas

Expertos resaltan que se deberá regular la manera en la que producirá el sector siderúrgico mexicano en caso de que sí se establezca el uso del acero nacional como requisito en la infraestructura.
mié 11 junio 2025 07:34 AM
México evalúa obligar uso de acero nacional en obras públicas
La SICT planea establecer como requisito para la construcción el uso de acero nacional.

En medio de una nueva ola de imposición de aranceles al acero por parte de Estados Unidos, la industria de la construcción mexicana se alista para un posible viraje en las reglas de contratación pública. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) evalúa establecer como requisito el uso de acero nacional en todas las licitaciones de obra pública.

Aunque la medida no ha sido formalizada por el Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, su viabilidad y alcances ya se discuten en México. Expertos en la industria lo ven positivo.

Luis Méndez Jaled, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que "uno de los impactos más directos de esta medida sería el fortalecimiento del sector siderúrgico mexicano".

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De acuerdo con el organismo, esto podría detonar mayor inversión en tecnología, empleo calificado y capacidad productiva. Además, destacó que este tipo de medidas podría convertirse en una palanca para detonar una política de reindustrialización y reducir la dependencia de insumos externos, especialmente en regiones con capacidad instalada.

Desde la perspectiva de las constructoras, la transición podría ejecutarse sin afectar los flujos de obra, siempre que el abasto se gestione con anticipación.

Silvestre Aguilera, director de desarrollo de negocios en Escala, aseguró que el acero mexicano cumple con los estándares técnicos necesarios. "Tenemos el proceso de certificación ya bien establecido en México. Nos aseguramos de que nuestras obras cuenten con buenos materiales para poder ser utilizados en una construcción que tiene cargas bastante fuertes", dijo el especialista.

"Aunque la propuesta tiene numerosas ventajas, también presenta desafíos. Uno de ellos es asegurar que la producción nacional pueda cumplir con los estándares técnicos, la calidad y los tiempos requeridos en las obras de infraestructura. Asimismo, es necesario evitar que la medida derive en prácticas proteccionistas que encarezcan los proyectos públicos", señaló Luis Méndez Jaled.

El presidenta de la CMIC agregó que para evitarlo será clave establecer mecanismos de regulación, supervisión y fomento productivo que acompañen esta política.

La SICT considera que esta estrategia podría generar empleos directos e indirectos, mejorar condiciones regionales y estimular innovación tecnológica en la industria. A la vez, reconoce que deben establecerse mecanismos de regulación y fomento productivo para evitar sobrecostos y retrasos en las obras.

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No obstante, Silvestre Aguilera, director de Escala, agregó que la disponibilidad de acero mexicano fue suficiente en proyectos recientes. La perspectiva desde el sector privado apunta a que la industria podría adaptarse. "En las obras que hicimos el año pasado y en esta no tuvimos ninguna problemática con suministro de acero", dijo.

En su opinión, el punto crítico será garantizar que las compras se planifiquen con anticipación suficiente para evitar retrasos.

De acuerdo con Canacero, el país produjo 28.5 millones de toneladas de acero terminado en 2023. México ocupa el lugar 14 en el ranking mundial de producción y el primero en consumo per cápita en América Latina. El 76% de las exportaciones mexicanas de acero terminado tienen como destino Estados Unidos, de acuerdo con la Secretaría de Economía.

De acuerdo con Roberto Ballinez, director ejecutivo senior de Finanzas Públicas e Infraestructura de HR Ratings, el uso de acero nacional depende de las condiciones del mercado y de la disponibilidad del material.

"Si los costos dentro de México resultan ser más atractivos y si hay oferta del material, quisiera pensar que las empresas se abastecerían primero con la producción nacional, de lo contrario comprarían en el exterior", dijo el experto.

También advirtió que cualquier medida de este tipo debería acompañarse de políticas que favorezcan la eficiencia en costos, dado que “si el insumo se encarece sin que se compense con productividad, los proyectos podrían perder viabilidad financiera”.

Señaló además que el efecto en los presupuestos de obra dependerá de la capacidad de los proveedores nacionales para estabilizar precios y garantizar entregas sin demoras.

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El acero extranjero proviene, principalmente, de Estados Unidos.

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El factor China

China produce más del 50% del acero mundial. En 2023, América Latina recibió aproximadamente 10 millones de toneladas de acero de este país, que suele ser hasta 40% más barato que el regional, de acuerdo con la Asociación Mundial del Acero.

La disponibilidad y el costo hace que también sea una opción viable para el mercado, “Mientras cumplan con los certificados que tiene establecido el gobierno de México, no es mala opción”, dijo el directivo de Escala.

Datos de la Secretaría de Economía muestran que China es uno de los principales países de origen del acero importado por México con un 18% de las compras internacionales en 2024.

En contraste, Estados Unidos concentra la mayor parte de las exportaciones mexicanas de acero terminado, con 76% del total.

Roberto Ballinez concluyó que cualquier reforma que implique cambios en el uso de insumos como el acero debe valorarse no solo por sus beneficios esperados, sino por su efecto estructural en la eficiencia del gasto público.

Señaló que "las decisiones sobre insumos deben acompañarse de garantías operativas, porque lo que se pone en riesgo no es solo la rentabilidad de una obra, sino la ejecución misma del proyecto".

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