El tren México-Guadalajara tendrá 580 kilómetros de recorrido.(Fotos: iStock)
Redacción Obras
Uno de los proyectos de infraestructura más esperados del país, el Tren México-Guadalajara, se acerca. La obra, que pretende ser una de las insignias en la administración de Claudia Sheinbaum, forma parte de su portafolio de 3,000 kilómetros de vías férreas para pasajeros.
Con el proyecto se busca articular los polos económicos del centro y occidente del país a través de una ruta de más de 580 kilómetros.
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Un corredor ferroviario entre dos capitales
La ruta conectará la capital del país con Guadalajara, pasando por al menos 13 municipios distribuidos en seis estados:
Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo y Ciudad de México. El trazo previsto contempla puntos como Ocotlán, Salamanca, Celaya, San Juan del Río y Tula de Allende.
Entre los municipios recientemente confirmados están León e Irapuato. La incorporación de estas ciudades fue anunciada en conjunto por la presidenta federal y la gobernadora de Guanajuato. “El tren (...) va a pasar por León, Guanajuato, bueno, Irapuato y León”, dijo la mandataria en un video difundido por redes sociales, en el que atribuyó esta modificación a la gestión estatal.
Estaciones
La estaciones contempladas hasta el momento son, después de las correspondientes a Querétaro:
Celaya
Salamanca
Irapuato
La Piedad
La Ribera
Ocotlán
Poncitlán
Aeropuerto
La lógica de ubicación responde a estudios de demanda y busca no sólo facilitar el tránsito entre metrópolis, sino también fortalecer conexiones entre ciudades intermedias.
Andrés Lajous, director de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, explicó que la instalación de estaciones responde a criterios de conectividad regional y no sólo de tráfico de larga distancia. Como ejemplo, mencionó casos como Irapuato-Celaya, donde el proyecto permitiría vincular municipios colindantes por vía férrea.
La construcción de los trenes de pasajeros en el país se divide por fases.(Foto: Captura de pantalla de YouTube Gobierno de México)
Un plan en fases y con infraestructura mixta
La obra se plantea en cuatro etapas. En lo inmediato, se concentran los esfuerzos en habilitar los tramos Ciudad de México–Querétaro y Querétaro–Irapuato, que darán paso a la sección que unirá Irapuato con Guadalajara.
Esta última etapa se desarrollará, al menos parcialmente, sobre la línea I de Ferromex, en función del derecho de vía disponible y de los acuerdos con los concesionarios de carga.
Las obras comenzarán formalmente durante la segunda mitad de 2025, aunque ya se realizan estudios técnicos y procesos de licitación. Se prevé que las primeras asignaciones para construcción se definan entre agosto y octubre.
Una parte de los tramos contará con tracción eléctrica, como el que va de AIFA a Pachuca, mientras que en otras se empleará tecnología diésel-eléctrica. Las velocidades proyectadas oscilan entre 160 y 200 kilómetros por hora, dependiendo de las condiciones geográficas de cada segmento.
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Fabricación nacional y ejecución compartida
El gobierno federal ha declarado su intención de que los trenes sean manufacturados en territorio nacional. Uno de los puntos de arranque sería la planta de Sahagún, Hidalgo, aunque no se descarta la participación de otras ensambladoras.
El esquema de construcción seguirá un modelo mixto: mientras algunos tramos estarán a cargo de ingenieros militares, otros se asignarán a empresas privadas. El modelo busca replicar experiencias anteriores como el Tren Maya, aunque adaptado al contexto de transporte interurbano.
En paralelo, los procesos de negociación con concesionarios ferroviarios de carga siguen en curso. La intención es utilizar el mismo derecho de vía cuando sea viable, o construir líneas paralelas donde se requiera infraestructura adicional. “Tenemos que ponernos de acuerdo con los concesionarios, porque la idea es que ellos se queden con su concesión de carga”, explicó la presidenta en una conferencia.
Más allá del transporte, el tren forma parte de una estrategia de desarrollo regional que busca articular nodos económicos y reducir tiempos de traslado entre ciudades industriales. Se enmarca dentro de la Estrategia Nacional de Relocalización y el Plan Nacional de Infraestructura, que concentra 25 proyectos prioritarios en sectores como transporte, logística y energía.
“El objetivo es que en cada nodo (…) haya un desarrollo también vinculado con el centro del país”, dijo la presidenta durante una rueda de prensa, al referirse a los efectos potenciales de los nuevos trenes de pasajeros sobre la economía local.
En Guanajuato, por ejemplo, se espera que la incorporación de León e Irapuato al trayecto fortalezca el corredor industrial del Bajío.
Próximos pasos
La siguiente etapa del proyecto contempla la conclusión de estudios de derecho de vía, la definición final de trazos y estaciones, así como el arranque de obras físicas. En paralelo, se alistan los procesos de licitación para definir a los actores públicos y privados que participarán en la construcción.
Si se mantiene el calendario previsto, los primeros trenes podrían comenzar a operar antes de 2030, como parte de un sistema interurbano más amplio que incluye rutas hacia el norte y el sureste del país.