Según un estudio elaborado por Bentley Systems junto con Mott MacDonald, Turner & Townsend y Pinsent Masons, la mitad de las organizaciones del sector en todo el mundo ya está usando o probando Inteligencia Artificial en alguna parte de sus operaciones, principalmente para agilizar el diseño, la documentación y el seguimiento de proyectos.
El informe detalla que 43% de las firmas la utiliza para automatizar procesos de documentación y 40% para optimizar el diseño y la ingeniería. Además, 35 % prevé que en tres años más de la mitad de sus proyectos incorporará IA en el diseño o la construcción.
Cumins consideró que esta adopción progresiva permitirá “cerrar la brecha de productividad” y liberar tiempo para la toma de decisiones críticas. Sin embargo, subrayó que el propósito no es sustituir el trabajo humano. “La máquina está en medio del proceso, pero empieza y termina con el humano”, explicó.
En su visión, la Inteligencia Artificial se convertirá en un asistente que colabora, sugiere y automatiza, pero sin reemplazar la responsabilidad profesional del ingeniero.
Cómo se está adoptando
La mayoría de las organizaciones encuestadas reconoce que la Inteligencia Artificial tendrá un impacto significativo en su modelo de negocio: 40% anticipa cambios profundos, 33% espera una afectación moderada y 24% ya toma medidas para adaptarse.
Esto implica revisar la manera en que las empresas capturan valor, al pasar de contratos basados en horas de trabajo a esquemas ligados a resultados o desempeño.
El interés principal está en mejorar la eficiencia de las fases de diseño y construcción. Entre los casos presentados durante el foro, se mostraron aplicaciones capaces de generar modelos conceptuales de infraestructura en minutos y de detectar fallas o interferencias en etapas tempranas, lo que reduce tiempo y sobrecostos.
Sin embargo, los especialistas advirtieron que la adopción no será uniforme. “Algunas firmas están completamente volcadas en la IA otras la observan desde lejos y reconocen que será una montaña difícil de escalar”, comentó el CEO de Bentley Systems.
La falta de talento especializado también figura como un obstáculo. Un 15% de las organizaciones reporta carencia de habilidades internas para aplicar IA y 16% enfrenta dificultades técnicas para integrarla en sus sistemas actuales.
Pese a ello, 24% ya invierte en formación de personal y desarrollo de capacidades, mientras que otro 20% trabaja en estandarizar datos y procesos para facilitar su adopción.
Julien Moutte, director de tecnología, enfatizó que el progreso dependerá de que las empresas “mantengan sus datos limpios y actualizados” y que adopten las versiones más recientes de las herramientas disponibles.
En su opinión, la clave será construir una cultura de actualización continua más que una simple sustitución de software.
Los datos, el corazón y el dilema
Si la IA es el nuevo motor de la infraestructura, los datos son su combustible. La posibilidad de crear modelos predictivos o automatizar decisiones depende de la calidad, procedencia y resguardo de esa información.
Pero el manejo responsable de la información es la principal preocupación de los usuarios. “No usamos los datos de nuestros clientes para entrenar modelos sin su permiso explícito. Sus datos son suyos, siempre”, afirmó el CEO.
El estudio señala que 19 % de las empresas identifica los riesgos de compartir información, como propiedad intelectual, privacidad o ciberseguridad, como el principal freno a la adopción de IA.