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Reconfigurar ciudades consolidadas es más desafiante que construir desde cero

Transformar ciudades densas requiere conocer sus límites físicos, infraestructura y planear con precisión cada intervención.
lun 20 octubre 2025 05:30 AM
Las ciudades del futuro no se construirán desde cero: el reto está bajo tierra, según Bentley Systems
Las ciudades buscan densificar sus zonas con servicios para evitar la expansión desordenada. (Manuel Velasquez/Getty Images)

El crecimiento urbano ya no es solo expansión: los gobiernos buscan mejorar ciudades maduras, un desafío mayor que construir desde cero, pues requiere entender lo existente, definir límites y coordinar actores.

“En los proyectos brownfield, la infraestructura es antigua y muchas veces no hay registros de ella”, explicó Zubran Solaiman, director de Industria Estratégica, Ciudades y Campus de Bentley Systems.

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“Si existen datos, suelen estar en GIS -Sistema de Información Geográfica-, pero ese formato elimina toda la inteligencia de ingeniería”, agregó.

Con esa falta de información, las obras se enfrentan a sistemas invisibles, tuberías, cableados, cimentaciones, que pueden poner en riesgo la seguridad y los presupuestos.

Conocer lo que ya existe: el punto de partida

El primer paso es inventariar los activos existentes. Con tecnologías accesibles se pueden generar modelos 3D y clasificar carreteras, paradas, vegetación o cuerpos de agua.

El uso de drones, inteligencia artificial y modelos tridimensionales permite crear réplicas digitales que ayudan a planificar sin depender de planos incompletos. Estas herramientas revelan la ubicación y el estado de los servicios urbanos, además de permitir simulaciones para anticipar cómo impactará una nueva obra en su entorno.

Contar con esa información también ayuda a decidir si una ciudad puede crecer o solo necesita optimizar su infraestructura existente.

Sin un diagnóstico previo, cualquier intervención puede sobrecargar redes de agua o energía que ya están en el límite de su capacidad. Por eso, la modernización no depende solo de la demanda poblacional o de la disponibilidad de suelo, sino de las condiciones técnicas de los servicios.

Solaiman enfatizó que muchos planes urbanos se formulan sin revisar si los sistemas pueden sostener el incremento poblacional. “Incluso en Inglaterra, donde vivo, hay pueblos que siguen construyendo viviendas sin considerar si habrá escuelas o maestros suficientes”, comentó.

La desconexión entre planeación urbana y servicios básicos, añadió, puede generar problemas que después resultan más costosos de resolver.

Los límites del crecimiento urbano

Una de las preguntas centrales al intervenir una ciudad existente es dónde termina su capacidad de crecimiento. De acuerdo con Zubran Solaiman, esta no se define por la altura de los edificios ni por el número de habitantes, sino por la infraestructura que los sostiene.

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“Las ciudades tienen un punto máximo de soporte que no depende de cuántos pisos se pueden construir, sino de la energía y el agua disponibles”, señaló.

En su experiencia, los límites urbanos se determinan por la capacidad de los sistemas eléctricos e hidráulicos para atender a la población.

Cada zona tiene un margen físico y técnico: el número de gigavatios que pueden distribuirse o la cantidad de agua que puede circular sin comprometer la red, por ejemplo. A ello se suman los servicios de saneamiento y movilidad, que condicionan la densificación posible, dice el especialista.

Los factores económicos y sociales también influyen en la decisión de dónde intervenir. “Si un área no tiene empleos o conectividad, densificarla no genera beneficios. Los motores son el poder, el agua y la economía”, resumió Solaiman.

El especialista añadió que las herramientas tecnológicas ayudan a visualizar estos límites. Las simulaciones de inundaciones, mapas satelitales y modelos de calor urbano permiten identificar las zonas más vulnerables y priorizar inversiones. “Más allá de la tecnología, los factores que determinan la prioridad son el financiamiento y los riesgos”, explicó.

Tecnología y gobernanza para transformar sin colapsar

Intervenir ciudades consolidadas requiere más que recursos técnicos: necesita gobernanza y coordinación institucional. La planificación debe integrar distintos niveles de autoridad, financiamiento y gestión. Para ello, los entornos digitales conectados facilitan la colaboración entre ingenieros, arquitectos y administraciones públicas.

Zubran Solaiman explicó que los sistemas integrados, que combinan modelos BIM, GIS y documentos de ingeniería, permiten reducir hasta 30% del tiempo destinado a la búsqueda y validación de información. Este tipo de plataformas federadas concentran datos de diseño, operación y mantenimiento, lo que evita duplicidades y errores en la toma de decisiones.

Además de agilizar la planeación, los modelos digitales acortan el tiempo entre la construcción y la operación de los proyectos. Si la información generada durante una obra se transfiere directamente al sistema de gestión de activos, la infraestructura puede ponerse en funcionamiento antes.

El especialista mencionó que en casos como el aeropuerto de Heathrow, la falta de datos integrados retrasó la apertura durante meses.

Para el experto de Bentley Systems, la intervención de una ciudad no solo es posible, sino indispensable. Pero exige claridad sobre los recursos disponibles y sobre los límites físicos del territorio. “Cada ciudad es distinta, pero los parámetros son simples: energía, agua, sostenibilidad y economía”, concluyó.

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