Un año perdido en la edificación de vivienda
Los créditos para vivienda que otorga el Infonavit se financian con las aportaciones de los propios derechohabientes y de sus patrones; ante esta realidad, los funcionarios de este instituto deben cuidar en extremo el destino de los mismos para que no se conviertan en pasivos que atenten contra este fondo.
En los últimos meses nos hemos enterado de daños irreversibles en viviendas adquiridas por trabajadores, muchos derivados de una mala ubicación de los conjuntos habitacionales o de la falta de estudios profesionales que permitan mitigar los riesgos y los vicios de orden estructural; también sabemos de numerosas viviendas abandonadas, algunas por su pésima ubicación, otras porque nunca han contado con los servicios, el equipamiento o la infraestructura prometida, y otras por la inseguridad de la zona.
A esto se suma que, en el último sexenio, se edificaron casas masivamente en terrenos alejados de las urbes y con promesas de factibilidad de servicios, las que nunca se concretaron, terrenos que constituían las reservas financieras de grandes desarrolladoras y que hoy las han hundido.
El resultado es el mismo: actos dudosos que han atentado contra el patrimonio de los trabajadores que optaron por endeudarse para adquirir su morada.
En el transcurso del primer año de la administración del presidente Peña Nieto, se han publicado numerosas declaraciones sobre la política para encauzar a los nuevos desarrollos habitacionales para no caer en los errores del pasado, se han anunciado nuevas medidas para supervisar las construcciones y para dotar de mayores elementos que permitan la sustentabilidad, no sólo de la mismas viviendas, sino también de su entorno.
En octubre pasado, altos funcionarios del Infonavit convocaron a representantes de los desarrolladores de vivienda para anunciarles nuevas medidas para asegurar que los créditos para vivienda nueva se destinarían a construcciones más seguras, mejor ubicadas y que cumplan determinadas condiciones de identificación y mitigación de riesgos de orden estructural. También informaron sobre un fortalecimiento de la verificación de la construcción desde el mismo terreno en breña y de auditorías técnicas aplicables a la pertinencia del proyecto a las condiciones del terreno y respecto al apego a la normatividad. Acciones que empezarían a partir del primero de noviembre pasado, justo once meses después del inicio de la nueva administración federal. También, para la evaluación y la prevención de riesgos, se seleccionó a una empresa al margen de un sondeo convocado desde la administración pasada.
Hoy se sigue hablando de mejoras en los programas administrativos en este Instituto; sin embargo, se dista mucho de la eficacia de las medidas técnicas. ¿Este 2014 hará poner los pies sobre la tierra a los jóvenes funcionarios del Infonavit encargados de asegurar que las hipotecas se asignen a viviendas que mantengan su seguridad estructural, su habitabilidad y su valor dentro de 30 años o más?
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*Arquitecto, Perito, DRO, Consultor en normas, regulaciones y capacitación para la construcción. Director de CORPICO.