Se tratan del Plan Maestro de Desarrollo y el Programa Estatal de Ordenamiento Territorial, que determinarán cómo crecerá la oferta hotelera en la zona.
“El número de habitaciones que vamos a tener en lo próximos años es una función directa de las densidades que tiene cada uno de los PDU (Plan de Desarrollo Urbano) en los 13 destinos turísticos y son los municipios los que dan la autorización de agregar o no densidades”, dijo Marisol Venegas Pérez, secretaria de Turismo en Quintana Roo.
Además, en el estado ha aumentado más la oferta de hospedaje que la demanda. Alex Zozaya Gorostiza de Apple Leisure Groups (ALG), dijo que tienen en pausa cuatro proyectos que presentan una inversión de 500 millones de dólares en total. Para llevarlos a cabo esperan a que crezca la demanda de usuarios, ya que de no ser así, se complica la rentabilidad necesaria para justificar el financiamiento.
Una de las alternativa que ha ofrecido la Fonatur, para que no se continúen construyendo habitaciones, es canje de terrenos en otros destinos turísticos de México, para que trasladen sus proyectos; “donde sí hace falta nueva inversión hotelera, como Huatulco o algún otro centro integralmente planeado del país”, dijo Rogelio Jiménez Pons, director general del organismo, a inicios de febrero.
Dos de los proyectos hoteleros a los que le ofreció este recurso fueron Grand Island y RIU Riviera Cancún. El primero tendrá 3,000 habitaciones, con una inversión de mil millones de dólares en una superficie de 10,000 metros cuadrados. En el caso del segundo, se espera la construcción de 530 cuartos.
Pons agregó: “no queremos espantar la inversión, pero no estamos de acuerdo que se dé una sobreexplotación de lo que ya está muy sobrecargado. Lo que hoy pudiera ser considerado como una ganancia para la región en términos de inversión, a la larga se va a perder por la sobrecarga del entorno”.