Por ello Martha Millán, directora de la nueva división de Estrategias Corporativas de Newmark Knight Frank (NKF) consideró que es posible que las corporaciones reduzcan su ocupación de espacio entre 10% y 15%, y los costos respectivos en 30%.
Para la experta, los bienes raíces permiten implementar estrategias que generen ahorros a corto y mediano plazo, “dependiendo del tipo de inmueble, de si es propio o es rentado y, por supuesto, del tipo de operación que se realice”.
Millán pone por ejemplo el home office, una forma de operación ya regulada por la Ley Federal del Trabajo en 2019 que ha sido el salvavidas para muchas empresas en el actual confinamiento, pero que además puede emplearse en el futuro próximo de las operaciones corporativas, “lo que da la posibilidad de replantear el diseño de la oficina”.
Según un estudio de la firma de software Citrix, en Latinoamérica sólo 40% de las empresas brindan normalmente opciones de trabajo flexible; el 19% permite el home office y 14% permite trabajar desde cualquier lugar.
Los beneficios de rediseñar la oficina
Para Martha Millán la consecuencia inmediata del rediseño de la oficina sería “una reducción de espacio”, pues cambiarían posiciones asignadas por no asignadas. Si a esa estrategia se suma un plan de digitalización que reduzca el uso de papel, “la disminución de espacio es aún mayor”, aseguró.
La estrategia también debe considerar más áreas con la tecnología adecuada para interactuar de forma virtual con clientes o proveedores.
Según la firma de tecnología Logitech, migrar la información a la nube “está detrás de la mayoría de las nuevas formas de trabajo y es la clave para la agilidad de la fuerza laboral digital”. Según Frost and Sullivan, empresa de investigación, las empresas ahorrarían entre 60 y 75% de los costos anuales si se trasladan a la nube.