Además, datos de Medical Tourism Association muestran que los costos de las intervenciones quirúrgicas y los tratamiento médicos en México en especialidades como cardiología, cirugía plástica, oftalmología, odontología y oncología, entre otras, son entre 40 y 80 % más baratas que en Estados Unidos, de donde proviene el 80% de los turistas que viajan a nuestro país por motivos de salud.
En cuanto a la infraestructura necesaria Raúl Reséndiz estimó que lo más importante es definir qué grado de atención médica se quiere ofertar: atención general, hospitalización general con especialidades, o de alta especialidad.
En términos del desarrollo Reséndiz recomendó seguir apostando por el uso mixto que “ha tenido mucho éxito. Es impresionante tener uno o dos niveles de comercio, restaurantes, zonas de rehabilitaciones, gimnasios, oficinas para aseguradoras, agencias turísticas, y arriba la torre médica y quizá una torre de departamentos, un hotel, una zona de residencia de la tercera edad”.
Por ahora el norte del país es lo más consolidado con doctores de primer nivel: Baja California, Tijuana, Ciudad Juárez (con tecnología de punta), pero también Monterrey, Sonora e incluso Tamaulipas con todo y la inseguridad que padece.
Pero hay otras zonas que se perfilan con fuerte potencial, por ejemplo Puerto Vallarta, donde hay una población grande de residentes norteamericanos, tanto de retiro como visitantes, y ahí se están realizando proyectos.
Pero Raúl Reséndiz también llama la atención en la necesidad de reforzar destinos de sol y playa con oferta médica, como Nuevo Vallarta, Cancún, Riviera Maya, Mérida y hasta Veracruz, que también podría ser opción.
Este es el negocio médico que hace Tijuana con los pacientes estadounidenses
Los retos para consolidar la oportunidad del turismo médico y de bienestar (wellness) son significativos. Uno Consulting consideró que el más importante es romper con el tema de inseguridad y el otro consiste en romper el estereotipo de a menor precio menor calidad. Para este último es importante recurrir a los estándares de calidad existentes, como los Yale Medicine Practice Standards, y que los desarrollo se apeguen a los mismos, lo que incluso permitiría hacer alianzas con aseguradoras de otros países, pero a un costo menor.
Reséndiz Barragán consideró que tanto el gobierno federal como los estatales deben apoyar proyectos de buena envergadura que activarían el comercio y el turismo que se requiere.
Recientemente el secretario de Turismo, Miguel Torruco, también confió en que este segmento tendrá un potencial relevante después de la pandemia, pues seguirá teniendo como fundamento la ubicación geográfica de México, las inversiones hospitalarias privadas, la infraestructura y equipos de tecnología, buen precio de los tratamiento e intervenciones y los atractivos turísticos de cada país.
La firma inmobiliaria Newmark Knight Frank también ha considerado que este segmento del turismo será clave en la reactivación de la actividad turística en el país, de acuerdo con su director de Hospitality, Pedro Delgado Beltrán.
Para Uno consulting el periodo de resiliencia motivará la búsqueda de tratamientos de salud porque las personas están volviendo a lo básico: salud, alimentación, educación y vivienda. Eso se mantendrá.